jueves, 30 de abril de 2015

Comunicado de RBC con motivo del 1 de mayo, "día en que los obreros de todos los países conmemoran su despertar a una vida con conciencia de clase"

¡Camaradas obreros! Se acerca el Primero de Mayo, día en que los obreros de todos los países conmemoran su despertar a una vida con conciencia de clase, su solidaridad en la lucha con­tra toda violencia y toda opresión del hombre por el hombre, en la lucha por liberar a millones de trabajadores del hambre, la miseria y la humillación. Dos mundos se alzan frente a frente, en esta grandiosa lucha: el mundo del capital y el del trabajo, el mundo de la explotación y la esclavitud, y el de la fraternidad y la libertad”.

Hemos querido empezar esta llamada a la lucha el próximo 1 de mayo, día de los trabajadores, citando al camarada Lenín, entel manifiesto publicado como volante por el Comité Central y el Órgano Central del POSDR en 1904. Y lo hacemos porque en la actualidad la clase trabajadora parece haber olvidado qué es el 1 de mayo, por qué fue proclamado por la Unión Soviética como día de paro general, y cuales son sus orígenes y sus objetivos.

Desde 1890, el 1 de mayo es celebrado com jornada de lucha por todos los trabajadores conscientes del mundo, en homenaje tanto a los inolvidables Mártires de Chicago de 1886 como a los héroes del 25 de Octubre de 1917, y en realidad, en honor y gloria de todos los que han luchado, en muchas ocasiones incluso dando su vida, por lograr ese mundo sin explotación del hombre por el hombre que es el faro y la guía de todo comunista.

Vivimos tiempos en el que el capitalismo muestra cada vez con mayor descaro su verdadero rostro de barbarie criminal contra la clase trabajadora y los pueblos del mundo. Su carácter necesariamente imperialista hace que las agresiones contra los pueblos que desean seguir siendo soberanos sea brutal, ya sea como injerencia encubierta en los asuntos internos o como directa intervención armada en forma de matanzas, sangrías o destrucción de fuerzas productivas creadas y acumuladas a lo largo de cinco siglos por parte de su maquinaria de guerra, especialmente la OTAN.

Del mismo modo, asistimos a un periodo de ofensiva del capital contra el trabajo, de constantes recortes de derechos llevados por la euforia del aparente triunfo de la ley del mercado frente a la ley de la igualdad y solidaridad, dos requisitos necesarios para que cualquier hombre pueda disfrutar de la verdadera libertad.

Acogotada por el bombardeo ideológico y el control absoluto de los medios de comunicación e información, la clase obrera, en su mayoría asumiendo involuntariamente la cultura y la ideología burguesa, está en pleno proceso de entrega y sometimiento a la clase que les explota, desorganizados y faltos de un partido de vanguardia que les dirija y les de esperanza en la lucha por su emancipación social.

Por ello, creemos que es necesario pasar de nuevo a la contraofensiva, dejar de recular, y empezar a unir fuerzas, por encima de dogmatismos y personalismos, tan habituales en el movimiento comunista internacional hoy día y, en especial, en el mundo virtual, donde la organización, la disciplina y la autosuperación personal y como partido con el fin de convertirnos en mejores revolucionarios dejan mucho que desear, pues en definitiva dentro del MCI algunos han echado en saco roto el mandato de derrocar la barbarie capitalista mediante una revolución.

Cambiar la propia consciencia de la vanguardia revolucionaria para que cumpla su obligación de serlo, empezar a ganar a las masas trabajadoras para que vuelvan a recuperar la dignidad combatiente que les hizo conquistar derechos inimaginables a lo largo de la historia, y que hoy se están perdiendo sin apenas resitencia, es nuestra labor, como hemos dicho, por encima de dogmas, oportunismos, siglas y personalismos.

Además de la lucha a nivel estatal, es imprescindible una coordinación creciente de toda la clase obrera internacional. El sanguinario imperialismo se combate con internacionalismo; la barbarie capitalista con organización comunista; la explotación con revolución obrera. Hagamos frente al capital, a la clase burguesa, al fascismo imperialista, con todos nuestros medios, pues, como dejo escrito Carlos Marx, en el Manifiesto Comunista, en las palabras que son el lema de la Red de Blogs Comunistas, “los comunistas no tienen por qué guardar encubiertas sus intenciones. abiertamente declaran que sus objetivos solo pueden alcanzarse derrocando por la violencia el orden social existente”.

Volviendo, para terminar, a las palabras de Lenin, no hemos de olvidar, y tenemos la obligación de hacérselo comprender a los trabajadores, que Sólo el proletariado conciente y organizado podrá conquistar para el pueblo la verdadera liber­tad, no una libertad falsificada. Sólo el proletariado conciente y organizado podrá desbaratar todo intento de engañar al pue­blo, de coartar sus derechos, de convertirlo en mero instrumento en manos de la burguesía”.

!POR UN 1 DE MAYO DE LUCHA Y RESISTENCIA!
!POR LA UNIDAD DE ACCIÓN DEL MOVIMIENTO COMUNISTA INTERNACIONAL EN POS DE LA REVOLUCIÓN!
!POR LA CONTRAOFENSIVA COMUNISTA FRENTE A LA BARBARIE CAPITALISTA Y POR LA CONQUISTA DEL SOCIALISMO!
!VIVA EL 1 DE MAYO REVOLUCIONARIO!

martes, 28 de abril de 2015

La victoria del Ejército Rojo contra el fascismo en 6 minutos

En la siguiente animación de siete minutos se puede comprobar la rotundidad de la victoria del Ejército Rojo contra el fascismo en la Segunda Guerra Mundial.

Notesé, por ejemplo, que hasta que la URSS no comenzó su imparable ofensiva tras la victoria de Stalingrado, en febrero de 1943, Europa entera estaba en manos de los nazis, y las potencias aliadas no movían un dedo para abrir un segundo frente occidental a la espera de que Alemania derrotara al principal enemigo de la clase capitalista mundial, alemana, inglesa, francesa o norteamericana: los comunistas. Solamente las fuerzas de la resistencia, nutridas por la clase trabajadora de toda Europa, hacían frente al nazismo y al resto de fascismos en el viejo continente.

Es en agosto de 1944 cuando los asustados "aliados" inician el desembarco en Normandía, exasperados por el tremendo e imparable avance soviético. Antes, solo habían amagado con una tímida invasión de Italia, desde septiembre de 1943, pero un año después apenas habían llegado a Roma.

Es en el verano del 44, cuando era más que evidente que el Ejército Rojo iba a llegar a Berlín, y si se lo proponía, iba a mandar al propio Franco al Oceáno Atlántico, las potencias "democráticas" abren el segundo frente y, no obstante, aún habiendo retirado los nazis la mayoría de sus divisiones del frente occidental para facilitar que los norteamericanos llegaran antes que los rusos a la capital alemana, no pudieron avanzar tan veloz y de forma imparable como el ejército de los campesinos y trabajadores soviéticos. Ejército que, finalmente, liberaría la mayor parte de los campos de exterminio alemanes, conquistaría Berlín y, lamentablemente, siendo quizás demasiado fiel a los acuerdos con la carroña capitalista, aquella misma que desde la Guerra Civil Española o a través de los acuerdos de Munich no harían más que lanzar a su amigo Hitler contra la Unión Soviética, se detendría allí, dejando la Europa occidental en manos de los que pronto se convertirían en los herederos, sin solución de continuidad, de los derrotados y cuya furia contiuamos sufriendo hoy (incluso los antiguos soviéticos, dominados en la actualidad por la misma panda de bárbaros criminales capitalistas que la U.E., Estados Unidos, China, Israel o Japón).

No obstante, provoca un subidón de orgullo, dignidad y esperanza recordar como el Ejército Rojo, acompañado por la resistencia comunista de todo el mundo, derrotaron y pusieron de rodillas a toda los granujas de la burguesia y el resto de calaña capitalista, los disfrazados con máscaras democráticas y los sinceramente fascistas, aterrorizados ya desde el triunfo de la Revolución Soviética y humillados en la Segunda Guerra Mundial por los obreros, campesinos y soldados del primer estado obrero de la historia.



viernes, 24 de abril de 2015

Desigualdad e ilegalidad: El 29 % de los rumanos ganan menos que el salario mínimo legal, y el 83% menos del salario medio

Según los últimos datos publicados por la Inspección de Trabajo, publicados por Ziarul Financiar, de los cuatro millones y medio de rumanos que tienen actualmente un contrato de trabajo, el 83% tiene que sobrevivir con menos de 400 euros al mes. La extremada desigual salarial creciente durante las últimas tres décadas de capitalismo en Rumania se puede apreciar con nítida claridad en los siguientes porcentajes:

-el 29% de los trabajadores con contrato de trabajo sobreviven con menos de 975 lei brutos

al mes (unos 215 euros): 180 euros netos.

-un 54% reciben cada final de mes a cambio de su fuerza de trabajo entre 975 y 2400 lei brutos (215- 500 euros brutos): entre 180 y 400 euros netos.

-es decir, el 83% de los trabajadores de Rumania ganan menos de 400 euros netos al mes (el impuesto en Rumania, otra muestra de la desigualdad promovida desde las instituciones capitalistas, es único, independientemente del salario, y es del 16%).

-en el otro extremo, solo 200.000 privilegiados (un 4%) ganan más de 5.000 lei brutos al mes (unos 1100 euros), es decir, más de 900 euros netos al mes, la gran mayoría en la capital, Bucarest, mientras el 15% restante reciben entre 2400-5000 lei mensuales brutos (entre 500-1100 euros brutos, es decir, 400-900 euros netos).

A continuación, podemos ver un mapa de los salarios medios que se preveen para este 2015 en Rumania, por provincias: en Bucarest, el salario medio va a llegar a 2571 lei brutos por mes, unos 571 euros (2100 lei o 470 euros netos), frente a los 1202 lei brutos (unos 260 euros) de la provincia transilvana de Harguita (1000 lei/220 euros netos).
mapa de Gandul.info 
No hay que olvidar que las cifras del mapa anterior son salarios medios. La gran desigualdad existente en Rumania hace, sin embargo, que una pequeña cifra gane salarios muy altos, mientras la gran mayoría reciba salarios cercanos al salario mínimo que es, actualmente, de 975 lei brutos (819 netos, es decir, 180 euros).

Es decir, y resumiendo con la conclusión a la que llega el estudio que hace de los datos de la Inspección de Trabajo el diario Voxpublica, y que remarca la enorme desigualdad salarial de Rumania en un artículo titulado "El obsceno espectáculo de la ilegalidad en Rumania", aproximadamente el 83% de los trabajadores rumanos tienen un salario menor que el salario medio (2400 lei brutos, 2000 netos), mientras solo un 17% están por encima de este (sin olvidar el ilustrativo dato de que un 29% de los trabajadores rumanos reciben un sueldo por debajo del salario mínimo legal de 975 lei brutos (819 netos), con conocimiento y, por supuesto, complicidad, del gobierno, como corresponde en un régimen capitalista, al servicio único y exclusivo de los intereses de la empresa, de la clase capitalista).

sábado, 18 de abril de 2015

Despidos en Dacia, que amenaza al gobierno con irse de Rumania a pesar del crecimiento de sus beneficios en 2014

El pasado año 2014, Renault aumentó sus ventas un 3,2%, llegando a los 2,71 millones de vehículos, crecimiento debido en gran parte, según los analistas, a su marca low-cost, Dacia, que vendió 1,14 millones de unidades, suponiendo esta cifra un 5,3%, de aumento con respecto al año anterior.

Dacia fue la principal marca de coches rumana, junto con Oltcit y Aro, durante el periodo socialista;
entonces, era propiedad de los trabajadores, y siguió estando en manos del estado rumano hasta 1999, cuando fue comprada (la típica ganga a cambio de comisiones a los políticos de turno propia de un régimen capitalista neocolonial) por la francesa Renault. A partir de 2004, fue transformada en la "marca barata" de la multinacional francesa, teniendo un gran éxito gracias al modelo Logan, uno de los vehículos más vendidos del mundo.

No obstante, y a pesar del aumento de las ventas del año 2014, cientos de empleados rumanos de la fábrica de Dacia, en la ciudad de Mioveni, van a ser despedidos este año, tal y como ha sido confirmado por la dirección de Renault; además, otros trabajadores temen que corran su misma suerte en el futuro, ya que la empresa francesa ha advertido/amenazado en varias ocasiones que piensa trasladar su producción a Marruecos, donde los salarios son aún más bajos.

Hay que recordar que en Rumania el salario medio es de apenas 400 euros brutos mensuales, aunque sea en torno a los 200 el sueldo más común. A pesar de que enorme explotación de los trabajadores rumanos ha producido inesperados beneficios a los jerifaltes de la multinacional francesa, estos no han dudado en proceder a despidos masivos y a plantearse el traslado de las fábricas a un país donde se pueda apretar todavía más la tuerca a los trabajadores para exprimirles aún más brutalmente.

Los planes de Renault ya han condenado al despido a más de 500, de los 14.000 trabajadores en la multinacional francesa en Rumania. El director general de Dacia ha amenazado, de paso, al gobierno rumano, intentando justificar los despidos y el futuro traslado de la producción, en un lamentable ejemplo de como las multinacionales no dudan hoy dia de dar órdenes a los gobiernos mientras estos no hacen más que facilitar sus beneficios a costa, si hace falta, de sus propios ciudadanos y trabajadores. Según la multinacional, que llena hasta ahora los bolsillos de unos cuantos bandidos gracias a la explotación de los trabajadores rumanos, la causa de su decisión de comenzar a despedir y de un posible traslado de la fábrica es la "falta de autopistas en Rumania", en concreto, una que una Bucarest con el resto de la U.E. a través de Transilvania, pasando por Pitesti, vecina de la ciudad en donde se ubica la factoría. Actualmente, la autopista llega desde Bucarest hasta la ciudad citada, Pitesti, a unos cien kilómetros de la capital.


Es más, en una triste muestra de como los sindicatos están al servicio directo de esas mismas multinacionales, y no de la clase trabajadora, cerca de 7000 sindicalistas han protestado el pasado jueves, en el centro de Miovenis, no para exigir a Dacia que deje de despedir a los compañeros o al gobierno que obligue a la multinacional a readmitir a los despedidos, a que suba los salarios o a que aumente el salvajemente recortado en estos últimos años gasto social sino, todo lo contrario, solicitando al gobierno que obedezca cuanto antes a sus amos de Renault, para evitar que cumplan su amenaza.

No importa, como hemos dicho, que Renault haya tenido beneficios inmensos el pasado año, ni que las condiciones de trabajo, no solo las salariales, sean pésimas; tampoco parece importante que la antigua fábrica Dacia, antes propiedad de la clase obrera rumana, esté hoy en manos de una corporación a la que poco le importan el bienestar, la salud o las condiciones de vida de los que en realidad crean la riqueza, que luego ellos se apropian sin mover un dedo, y cuyo único fin es llenarse los bolsillos con el esfuerzo de los trabajadores rumanos (o marroquíes) y llevarse los beneficios (como hizo Renault el pasado año con el 95% de los beneficios obtenidos por Dacia) fuera del país.

Se trata de una muestra más de la falta de un partido de vanguardia en Rumania, que dirija y organice la lucha de la clase trabajadora y que sirva como resorte de resistencia contra la imposición de la ideología capitalista entre la clase obrera, hoy lamentablemente sometida, por causa de décadas de desorganización y desmovilización, a los caprichos e intereses de la clase capitalista (que, es obvio, sabe que de ello depende que continuen siendo incuestionables sus privilegios, como impune su saqueo, y que puedan seguir viviendo como parásitos a costa de la riqueza y el trabajo de los pueblos y los trabajadores).

jueves, 16 de abril de 2015

Filimon Sarbu: mártir antifascista rumano

Filimon Sârbu nació un 10 de agosto de 1916, en el pueblo de Herepea, provincia de Huneadoara, en la Transilvania por aquel entonces todavia parte de Hungria. Fue un activista comunista y antifascista rumano convencido, que dió su vida por la libertad y los derechos de los trabajadores de su pais, y por construir un mundo sin explotadores.

Creció entre obreros ferroviarios, un colectivo muy comprometido con la lucha social y por el socialismo desde principios del siglo XX. Empezó a trabajar, como era normal en la época entre los hijos de la maltratada clase trabajadora, a los 14 años, en 1930, como aprendiz de tornero, en los talleres de la Comandancia del Puerto de Constanta. 

En 1920 su padre fue despedido de los talleres ferroviarios donde trabajaba tras una huelga general en la que participó activamente, y se trasladaría con su familia al sur, a las orillas del Mar Negro. Allí volvería a trabajar en el mantenimiento de los trenes, pero al poco tiempo sufriría un accidente de trabajo, siendo aplastado entre dos vagones. Por aquel entonces, si un obrero no podia trabajar quedaba sin ningun medio de subsistencia ni apoyo, pues todavia  no se habia producido el impresionante y demoledor triunfo de la URSS en la SGM, y no se había provocado el tremendo temor entre los parásitos capitalistas que haría que estos intentaran como sea mejorar un poco las condiciones de vida de los que creaban la riqueza que solo la minoria disfrutaba, mientras los que la producían vivian en la miseria.

Por ello, Filimon tuvo que empezar a trabajar y dejar los estudios, aunque pronto empezó en su tiempo libre a estudiar de forma autodidacta, y a leer libros sobre la triunfante revolución soviética, sobre la lucha de la clase obrera y el marxismo-leninismo. Su curiosidad y ansia de libertad le haría entrar muy pronto a formar parte del movimiento antifascista.

Empezó siendo miembro de la Union de Jovenes Comunistas (UTC en rumano), y a principios de 1941 seria aceptado como militante en el Partido Comunista de Rumania (P.C.R.). Por aquel entonces, este partido habia sido ilegalizado, pues ya empezaba a dar demasiado miedo a los que vivian con todo lujo, disfrutando de la enorme riqueza producida por los que trabajaban y la producian. En cuanto los patronos se enteraron de que Filimon Sarbu era militante comunista, le despidieron y enviaron a la policia a arrestarle.

Llegó a ser rápidamente, debido a su gran actividad y a su ansia de formación, secretario de la organización provincial de la UTC, organizando actos de sabotaje contra las fuerzas nazis y fascistas del puerto de Constanta. Formó parte, por ejemplo, de la voladura de un deposito de armamento de la ciudad portuaria y de la señalización nocturna de objetivos militares a los aviones aliados.

Aunque tenía solo veinte años, se convirtió en un activista conocido y un objetivo de policias y jueces, al servicio en toda dictadura del capital de la clase explotadora.

-¿Me acusan de ser antifascista? - preguntó Filimon Sarbu mirando a los ojos de uno de los jueces a los que se enfrento en los tribunales del régimen -Lo soy si antifascista significa amar de verdad la independencia de la patria, y estoy muy orgulloso de esta acusación.

Como no pudo volver a trabajar en los talleres del puerto, sobrevivio trabajando de mozo de carga, pero sin abandonar nunca la fe en sus ideales, en la necesidad de luchar por la libertad de sus camaradas de clase. Todo el tiempo siguio repartiendo manifiestos y participando en grupos antifascistas. Entre sus actividades habituales estaba la de distribuir el diario “Scanteia” ("La chispa" en español, el medio de informacion oficial del Partido Comunista, ilegal por aquel entonces) entre los trabajadores.

El 22 de junio de 1941 Filimon  Sârbu fue arrestado junto con otros cuatro militantes antifascistas por la policia politica (Securitate), durante una reunion del grupo llevada a cabo en una playa de la localidad de Mamaia. Su acusación seria la de "instigar a actos de sabotaje contra la seguridad del estado".

Tras un juicio sumario realizado en un Tribunal Militar, fue condenado a muerte el 4 de julio de 1941.A los que le juzgaron el joven Sarbu les replicó que:

Hitler, Mussolini, Antonescu y el rey Mihai, cabezas del fascismo rumano
en el Bucarest de los años 40
-Los que verdaderamente han traicionado y vendido a nuestro pueblo son los que han entregado el nordeste de Transilvania a los fascistas hungaros. Yo solo defiendo la libertad y la integridad de mi pais.

Tenía toda la razón el joven y valiente patriota comunista, pues es bien sabido que la unica patria a la que aman y respetan los capitalistas y sus mercenarios es al dinero y a los privilegios personales, siendo capaces de cualquier crimen para vivir del cuento y sin dar palo al agua y a costa del esfuerzo de los demás.

La noche del 19 de julio de 1941, Filimon Sârbu fue fusilado en la Carcel de Jilava. Los testigos de su ejecución afirmaron que iba cantando la Internacional hacia el lugar de su muerte, y que no permitió que le vendaran los ojos. Antes de ser disparado, dijo:

-!Recibo la muerte con los ojos abiertos. Muero por una causa justa, la de los trabajadores, y se con seguridad que seré vengado por mis camaradas!

Aunque los soldados del pelotón se negaron a disparar, el jefe de la ejecución se adelantó y le asesino con su pistola.

El joven Filimon Sarbu caeria luchando por la libertad de los trabajadores rumanos y los de toda Europa, pues sabía que el triunfo del fascismo significaría el regreso a la barbarie. Algo que tras el paso del tiempo, y en pleno de un nuevo resurgimiento del fascismo en la actual Union Europea, muchos, demasiados, parecen haber olvidado.

Los datos sobre la historia y el ejemplo de lucha contra el fascismo del joven comunista Filimon Sarbu, estan extraidos del blog Lupta anticapitalista.

martes, 14 de abril de 2015

Los amigos de Hitler

Reproducimos, como homenaje al recientemente fallecido escritor uruguayo,  un ilustrativo texto deEduardo Galeano, extraído de su libro Espejos: una historia casi universal. Galeano, con su contundencia de siempre, denuncia la connivencia y complicidad de fascismo y capitalismo, de las corporaciones multinacionales, la iglesia católica y otras sectas, y la banca suiza, con el genocidio nacionalsocialista y de sus adláteres sanguinarios de Italia, España, Rumanía, Hungria, Japón o Croacia (y en realidad, de todo el mundo capitalista de hoy día, que sigue llevando en su esencia la barbarie del fascismo, que no es más que una de sus múltiples caras criminales).

En realidad, y esto es importante para entender el mundo actual, las multinacionales que tanto interés tenían en el triunfo del fascismo y que tanto dinero ganaron con sus guerras, holocaustos y terrorismo, siguen sin pagar sus crímenes de entonces y financiando y sosteniendo a los que siguen cometiéndolos hoy día.

Como homenaje al recién fallecido escritor uruguayo, os dejamos con su clarificadora denuncia de la unidad inseperable entre capitalismo, democracia burguesa y fascismo, tres etiquetas para definir los crímenes contra la humanidad:

«Los amigos de Adolf Hitler tienen mala memoria, pero la aventura nazi no hubiera sido posible sin la ayuda que de ellos recibió.

Como sus colegas Mussolini y Franco, Hitler contó con el temprano beneplácito de la Iglesia Católica.

Hugo Boss vistió su ejército.

Bertelsmann publicó las obras que instruyeron a sus oficiales.

Sus aviones volaban gracias al combustible de la Standard Oil [hoy Exxon y Chevron] sus soldados viajaban en camiones y jeeps marca Ford.

Henry Ford, autor de esos vehículos y del libro El judío internacional, fue su musa inspiradora. Hitler se lo agradeció condecorándolo.

También condecoró al presidente de la IBM, la empresa que hizo posible la identificación de los judíos.

La Rockefeller Foundation financió investigaciones raciales y racistas de la medicina nazi.
Joe Kennedy, padre del presidente, era embajador de los Estados Unidos en Londres, pero más parecía embajador de Alemania. Y Prescott Bush, padre y abuelo de presidentes, fue colaborador de Fritz Thyssen, quien puso su fortuna al servicio de Hitler.

El Deutsche Bank financió la construcción del campo de concentración de Auschwitz.

El consorcio IGFarben, el gigante de la industria química alemana, que después pasó a llamarse Bayer, Basf o Hoechst, usaba como conejillos de Indias a los prisioneros de los campos, y además los usaba de mano de obra. Estos obreros esclavos producían de todo, incluyendo el gas que iba a matarlos.

Los prisioneros trabajaban también para otras empresas, como Krupp, Thyssen, Siemens,Varta, Bosch, Daimler Benz, Volkswagen y BMW, que eran la base económica de los delirios nazis.
Los bancos suizos ganaron dinerales comprando a Hitler el oro de sus víctimas: sus alhajas y sus dientes. El oro entraba en Suiza con asombrosa facilidad, mientras la frontera estaba cerrada a cal y canto para los fugitivos de carne y hueso.

Coca-Cola inventó la Fanta para el mercado alemán en plena guerra. En ese período, también Unilever, Westinghouse y General Electric multiplicaron allí sus inversiones y sus ganancias. 

Cuando la guerra terminó, la empresa ITT recibió una millonaria indemnización porque los bombardeos aliados habían dañado sus fábricas en Alemania

jueves, 9 de abril de 2015

Rumania, carne de cañón para el Pentágono

Uno de las evidentes consecuencias de la reinstauración capitalista en Rumania, aparte del empobrecimiento brutal de la población, la destrucción de la industria productiva para convertir el país en una colonia y el saqueo de los ricos recursos naturales, ha sido su ocupación militar por parte de Estados Unidos, enmascarado tras la bandera de la OTAN.  De hecho, el sometimiento sin límites de la mercenaria clase política rumana ha hecho que los rumanos se hayan convertido en una sacrificable carne de cañón en pos de los intereses de Washington contra Rusia.

En el marco de la nueva guerra por la redistribución de los recursos económicos y de la hegemonía entre el imperio que se había convertido en poder unipolar tras la caida de la Unión Soviética en los años 90 y los nuevos aspirantes a compartir la dominación, en especial Rusia y China, Estados Unidos no ha dudado en utilizar sus peones del este de Europa para avanzar en el tablero postsoviético.  Total que, como todo peón, Rumania, país muy lejano de Estados Unidos y que los propios norteamericanos tienen grandes dificultades para ubicar en el mapa, es prescindible, y puede ser dirigido a distancia para su inmolación en el altar de la guerra imperialista, alzado al servicio de la fe en el control del mercado.

Los mercenarios políticos, que venderían a su propia madre por unos dolares, no han tenido tapujo alguno en poner en primera línea del frente ruso a sus compatriotas, a pesar de que saben que, en un hipótetico conflicto militar, si la guerra económica actual da un paso hacia el enfrentamiento bélico, su país sería posiblemente barrido por Rusia. De hecho, las autoridades rusas han declarado en varias ocasiones que los misiles rusos apuntan ya hacia Rumania, como respuesta a la instalación en la base de Deveselu, en el oeste del país, de una parte del así llamado "escudo antimisiles", teóricamente defensivo, pero que todo el mundo sabe que no es más que una pieza más del puzzle del ataque de Estados Unidos contra el imperio "enemigo".

En esta punta de lanza de la agresión norteamericana contra Rusia, son la avanzadilla Rumania, Polonia y Turquía, puntos claves y más orientales de la red del citado escudo antimisiles,  a pesar del rechazo general de sus ciudadanos. Total, es lo que tiene la democracia capitalista, que solo se permite ser ejercida cuando es favorable a los intereses de su clase dominante.  Así, nadie ha preguntado, ni lo hará, a los rumanos si quieren ser la ofrenda sacrificial al dios de la guerra, para que este favorezca a las grandes corporaciones mafiosas gringas, es decir, a la élite plutocrática norteamericana y europea. Pero de momento tampoco nadie ha salido a la calle, como sí hicieron, por ejemplo, contra Chevron y a sus proyectos de explotación de gas de esquisto, contra la base de Deveselu o el creciente aumento de soldados de la OTAN en el país, la mayoría norteamericanos.

Un cuarto de siglo de manipulación mediática capitalista, de censura de toda protesta, de fomento de la desorganización obrera y de la atomización ciudadana, ha acabado con todo rastro de participación democrática real entre los rumanos, de forma más eficaz todavia que en la mayoria del resto de paises sometidos a la dictadura del capital. Así que es posible que el plan de EE.UU. y sus vasallos europeos salga bien, y que los rumanos, vendidos por su clase dirigente, los mafiosos locales, se dejen inmolar como mártires involuntarios en una guerra que no es suya y en la que, aunque sea más que evidente que el principal agresor es Washington, lo que estará en juego, como en todas las guerras imperialistas, son los intereses de las élites de las potencias en conflicto, en este caso, de las estadounidenses, europeas y rusas y, por supuesto, en el marco de una guerra que no puede ser más que global, también de la china.

Sin embargo, debemos mantener la esperanza y no olvidar, pues la historia ha de servir a los trabajadores y explotados, tanto los rumanos como los de todo el mundo, para extraer de ella enseñanzas que nos permitan prepararnos para resistir, que las guerras interimperialistas siempre han sido el momento en el que el comunismo ha salido victorioso, en la que la clase obrera ha conseguido poner en jaque a la barbarie capitalista: en la primera guerra mundial, en Rusia, los comunistas crearon el primer estado obrero de la historia y provocaron el terror a perder sus privilegios a la clase explotadora; en la segunda guerra mundial, la Unión Soviética derroto al fascismo y al capitalismo, convirtiendose en Primera Potencia Mundial, y los trabajadores y campesinos chinos llevaron a su triunfante final a la Revolución china, que se convertiría en el nuevo motor de la clase obrera mundial.

Es imprescindible luchar contra toda guerra imperialista, combatir por la paz, pero, sabiendo que la barbarie es la esencia misma del capitalismo y que la lucha por aumentar los beneficios como sea, a costa de la vida, del bienestar o de la propia existencia, es el motor de este sistema criminal, no queda más remedio que prepararse para hacer una nueva revolución triunfante, y esperemos que, si aprendemos de las experiencias positivas y negativas previas, esta vez sea la definitiva.

jueves, 2 de abril de 2015

Sin la Unión Soviética no se hubiera derrotado a Hitler (declaraciones del actual presidente checo, Milos Zeman)

El Ejercito Rojo recibido en Praga como libertadores 
El presidente de la República Checa, Milos Zeman, ha criticado a los anticomunistas que afirman que el Ejército soviético ocupó y no liberó Checoslovaquia en mayo de 1945. Sorprende que en una Europa anticomunista, siga habiendo presidentes que respetan la historia y reconocen los hechos y el papel del país que, sin lugar a dudas, fue el vencedor prácticamente unilateral de la Segunda Guerra Mundial, la Unión Soviética y su clase trabajadora.

El mandatario invitó reiteradamente a quienes negaban el papel de la URSS y lo manipulaban para convertila en país ocupante a estudiar historia: "sin la Unión Soviética no se habría vencido a Hitler", recordó Zeman.

"En 1945 los soldados soviéticos llegaron a Checoslovaquia como verdaderos libertadores y ya en otoño del mismo año abandonaron nuestro país", aseguró el presidente checo, respondiendo a las declaraciones de algunos comentaristas que afirmaron que el Ejército soviético ocupó Checoslovaquia en 1945 en lugar de liberarla. "Quien dice lo contrario sencillamente no sabe historia", subrayó el presidente.

El presidente checo explicó que había decidido acudir a las celebraciones del 9 de mayo en Moscú como homenaje a los 150.000 soldados soviéticos que perdieron sus vidas durante la liberación de Checoslovaquia.

"Mi viaje a Moscú es una expresión de gratitud por el hecho de que la República Checa de hoy no esté hablando alemán y gritando Heil Heydrich, ya que es exactamente lo que dijo Heydrich al anunciar en septiembre de 1941 en el Castillo de Praga que los checos no tenían nada que hacer en este territorio", aseguró Zeman.

El Ejercito Rojo recibido como libertador en Bucarest 
Sin la Unión Soviética no se podría haber derrotado a Hitler y los 20 millones de ciudadanos soviéticos que murieron durante la guerra fueron el precio de esta Victoria, concluyó el presidente checo.

Son de agradecer las declaraciones del presidente Zeman, que demuestran honradez y repeto por la historia europea; situación muy diferente a la la mayoría de granujas y analfabetos que gobiernan los paises del continente, entre ellos Rumania, donde tanto los jefes de estados, como su clase politica y, por su puesto, los medios de propaganda, siguen repitiendo aquello de que al repetir una mentira cientos de veces se convierte en verdad, como buenos discípulos de Goebbles, continuan intoxicando y denigrando su propia historia afirmando que la Unión Soviética no liberó su territorio de las manos nazis sino que lo ocupó (en Rumania, el Ejercito Rojo entró triunfante en Bucarest, acompañado de miles de partisanos comunistas rumanos, el 23 de agosto de 1944).

Sin embargo, los propios que manipulan la historia tan groseramente, olvidando que si hoy Europa no es un gran campo de concentración nazi fue gracias al Ejército Rojo y a los partisanos comunistas del continente, abren sus puertas hoy a los soldados de la OTAN, a sus misiles y, sobre todo, a las multinacionales extranjeras que imponen la politica económica y saquean los recursos de sus pueblos. Justo aquello contra lo que lucharon los más de 20 millones de soviéticos que dieron su vida contra el capitalismo y la explotación en la Segunda Guerra Mundial y a los que, como afirma Zeman, les debemos, sin duda alguna, pese a todo intento de manipulación o censura, aquella victoria.
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