domingo, 27 de octubre de 2013

La verdad de la deuda

Un seguidor de este blog nos envió en una pasada entrada un interesante gráfico junto al siguiente comentario:

"Siempre "oigo" a los liberales decir que la "deuda de los paises socialistas era insostenible" etc, etc.."

Sin embargo, como bien denuncia nuestro lector, los datos reales chocan con esa aseveración repetida como un tópico por los medios de propaganda (autodenominados "medios de información") al servicio de las grandes corporaciones mafiosas capitalistas.

Se trata, como bien señala el camarada, de la típica propaganda hueca y manipuladora del capitalismo, porque, por ejemplo, en Rumanía nunca hubo antes tanta deuda como ahora, ni de lejos, y sin embargo los medios de propaganda no hablan en ningún caso de lo "insostenible deuda externa de la Rumanía capitalista".

Muy al contrario, el gobierno de Rumanía, dirigido ahora por el socialdemócrata Victor Ponta, ha firmado esta misma semana un nuevo préstamo del FMI y la UE que acrecienta aun mas la exorbitante deuda externa que soportan los trabajadores rumanos, mientras parece que nadie quiere recordar que la deuda externa de los paises socialistas, incluso la de Rumania que era una de las mayores, era ridícula comparada con la actual.


En definitiva uno de los exitos clave del capitalismo es su eficacia en la mentira: mientras los trabajadores rumanos, como los del resto de antiguos paises socialistas, reconocen en cada vez mayor número que con el Socialismo vivían mejor, los diarios y medios de propaganda del sistema capitalista hablan de las maravillas del "mercado libre" o de lo mal que se vivía en los estados del este europeo antes de la llegada del "paraiso capitalista"; cuando en la actualidad las deudas de paises como Rumania son gigantescas y crecientes, a costa del empobrecimiento de los rumanos y la destrucción de la riqueza nacional, los mismos desinformadores consiguen centrar el problema en, como dice nuestro lector, "la insoportable deuda de la Rumania socialista".

No es extraño que los periodistas que participan en el bombardeo propagandístico lo hagan, por miedo a perder su trabajo, por necesidad de pagar la hipoteca, o simplemente por la cada vez mayor falta de escrúpulos de los que, en una sociedad que fomenta el sálvese quien pueda, son capaces de escribir cualquier cosa por un poco de dinero. Lo cierto es que repiten mecánicamente el falso tópico de que en los años 80 los rumanos vivían en la pobreza, cuando la realidad era que todos ganaban bastante mas dinero de lo que necesitaban, y que, en realidad, la mayoria  no podían gastarlo todo, puesto que no había una oferta artificial que, como sucede en las dictaduras del capital, lo facilitara.

Lo cierto es que, en el caso de Rumania, la deuda adquirida por los diferentes gobiernos de Nicolae Ceausescu a principios de los años 80, que como se puede ver en el gráfico era insignificante comparada con la actual, fue devuelta totalmente en marzo de 1989. A la vez, el dinero recibido del FMI aquellos años fue utilizado para construir fábricas, viviendas gratuitas, carreteras, ferrocarriles escuelas u hospitales, mientras los gobiernos neoliberales desde la instauración de la dictadura del capital la han utilizado para todo lo contrario: para enriquecer a una minoria de delincuentes  y empobrecer a los trabajadores.

¿Qué deuda es, en realidad, más insostenible? ¿La que se adquiere en poca cantidad para mejorar el nivel de vida de los trabajadores o la que se multiplica hasta niveles enormes para enriquecer a unos pocos?

Los medios de propaganda dirán lo que deban, lo que conviene a sus amos. Lo más triste es que muchos trabajadores, muchos de ellos empujados y condenados al paro, la miseria o incluso la prostitución por aquellos  que han convertido a su pais en una colonia de las multinacionales acreedoras de una deuda impagable sigan repitiendo como papagayos las mentiras inventadas por sus enemigos.

sábado, 26 de octubre de 2013

Sobre el poder de los huesos podridos: apertura de reliquias tras la Revolución de Octubre

Este fin de semana se celebra en Bucarest la festividad de San Dumitru, patrón de la ciudad. En la Patriarquía se guardan las supuestas reliquias del santo, y miles de rumanos pican el anzuelo y  hacen cola para poder tocar los restos del muerto. La imagen es impresionante, pues una cola kilométrica de fieles, casi todos con evidencias de desnutrición y miseria, pasan noches enteras para poder rozar la esperanza que el estado y la sociedad en la que viven no les ofrece.

Las reliquias de San Dimitru: 15.000 peregrinos haciendo colas kilometricas
Tal idolatria, por otra parte nada cristiana, se basa precisamente en la pobreza, la incultura y la resignación de los fieles que, en lugar de manifestarse enfrente del Parlamento o tomar las fábricas, y poner en su sitio (como poco la carcel) a los mafiosos que lo controlan, dejan la suerte de su destino en manos de unos huesos podridos.

Recientemente hubo otra gran peregrinación en Iasi, la capital de la Moldavia rumana, donde la escena decimonónica, de miles y miles de hambrientos engañados intentando alimentar su alma mientras dejan al azar la alimentación de su cuerpo y el de sus hijos, se repetia. Se trataba de Santa Paraschiva, también patrona de aquella región. Y como estos dos citadas, se repiten muchos otros regresos al feudalismo en toda Rumania. Y es que la religion, como sabemos, es una de las mejores formas de convertir a los hombres, seres racionales, en esclavos, automatas que han dejado su voluntad en manos de delincuentes varios.

En relación a todo esto, me viene a la memoria la campaña llevada por los bolcheviques en Rusia tras el triunfo de la gloriosa Revolución de Octubre, en la que para desintoxicar la mente de los creyentes realizaban aperturas publicas de las reliquias para demostrar que no eran tales, sino solamente huesos podridos, y a veces no de seres humanos, sino de animales. La demostración de que la creencia en la incorruptibilidad de los santos era una superstición pretendia abrir los ojos a los manipulados fieles, la mayoria campesinos controlados economicamente por los propios monjes que sostenian el engaño, para que se dieran cuenta de que solo ellos, con sus propias manos, podian cambiar su futuro y el de sus hijos, y que nunca mejorarian la situacion creyendo en dioses, todos falsos, ni poniendose en manos de los parasitos de las iglesias o los canallas con grandes fortunas.

Lamentablemente hoy todo eso son cosas del pasado, y lo que se fomenta en la actualidad es, de nuevo, la fe ciega en promesas de ultratumba, poner la voluntad en manos de seres de otros mundos (ademas de en estrellas mediaticas o todo tipo de drogas), y de paso, resignarse a que sean otros, los peores, los más ladrones, los que disfruten del paraiso en la tierra mientras dejan el paraiso en el cielo a los más estúpidos.

El 16 de febrero de 1919 el colegio del Comisariado del Pueblo de Justicia de Rusia publicó una resolución para la organización de la apertura de reliquias de Sergio de Radonezh, uno de los centros de peregrinaje mas importante de la Rusia zarista.  En julio, el Consejo de Comisarios del Pueblo emitirá un edicto “Sobre la liquidación de las reliquias en toda Rusia”, con el objetivo de “liquidar completamente las reminiscencias de barbarie en el país, tales como el culto a cuerpos muertos”. Sólo en el período 1919—1920 se realizaron 63 aperturas de reliquias. En muchas ocasiones éstas fueron fotografiadas o filmadas. En los archivos del RGAKFD se conservan las filmaciones, en el período entre 1917 y 1921, de las de Aleksander Nevski en Petrogrado ( en 1917), Tikhon Zadonski y Sergei Radonezhski (1919) y Aleksander Nevski en la catedral de Troitski (1921).

En el caso de las reliquias de Sergio Radonezh, Lenin se interesó por el caso personalmente, urgiendo a su cumplimiento. El 8 de abril VFKO decide la grabación de la “apertura de las reliquias de Sergei Radonezhski” por parte del comité de noticiarios. En la reunión del Sovnarkom -el consejo de ministros- del 12 de abril, Lenin se puso al corriente mediante una nota de P.A. Krasikov de la apertura de las reliquias y de la preparación de una película sobre ello. Dio la orden escrita de velar para que esta película fuese mostrada lo antes posible en Moscú.

A continuación se puede ver la grabación de la apertura del relicario de Sergio Radonezh, en la que, como en todas, se demostró que no se trataba más que de unos cuantos huesos podridos, muy lucrativos, por cierto, para la iglesia a costa de engañar a sus fieles, y muy benéfico para la clase dominante para que los dominados dejen de creer en el poder de su organización mientras se resignan a ser esclavos. A continuación del video se puede leer el protocolo de la apertura del relicario del santo ortodoxo ruso:



PROTOCOLO DE LA APERTURA
(11 de abril de 1919)
Están presentes: el presidium y todos los miembros del comité local de Sergiev, el delegado del narkom de Justicia Galkin MV, el presidente del comité de la región Semenov M, el presidente del narkom de Sanidad Pública Loviagin, representantes de la organización de los comunistas en la región de Sergiev: Kazakevich, Godin, Zolotov, miembros de la comisión técnica para la apertura de reliquias: Shatagin, Tsimbarevich, representantes del distrito: Rogachevekova, Sofinskova, Khotkovekova y otros, los médicos: doctor de medicina Gvozdikski Iu. A. y doctor P.P. Popov, representantes del Ejército rojo, creyentes, miembros de las uniones profesionales, etc., etc.
 

Del clero: el gobernador de la laura de Sergeiev archimandrita Kronid, abad del monasterio de Vifanski, hieromónaco Porfirio, abades de los monasterios de Gefsimanski y Chernigovski, hierodiácono Sergei Bolshakov, de los cenobios los hieromónacos Ionafan, vicario de la laura Ion, tesoreros de la laura archimandritas Dosifei, archimandrita Apollos, muchos monjes de la laura.
 

A las 20 horas 50 min. el presidente del comité local de Sergiev, el camarada Vankhanen, pide al clero comenzar la apertura. El hieromónaco Ion comienza la apertura. Retira los mantos: verde, azul, negro, azul oscuro, un pequeño manto, uno negro de terciopelo. De la cabeza a los pies una banda negra-cinturón con borlas. Todo esto se pone a los pies en la tumba. Todos los cobertores bordados con cruces de oro y plata. Es visible un contorno que recuerda un cuerpo humano, cruzada en lo alto del pecho y en las rodillas una banda estrecha. El hieromónaco Ion extrae la figura junto al hegumen Ananiem. Quitan de la cabeza un saco negro, con cruces bordadas y sacan un velo. Desenrollan una cinta amarilla que aparece bajo este velo. La figura en azul cielo, la cabeza en negro. De la cabeza sacan un gorrito, en el cuello una cinta violeta, después azul cielo. El hieromónaco Ion corta las costuras en las piernas, descose con unas tijeras un saco en brocado azul cielo. Saca algodón lateral, corta las costuras, la figura se convierte en algo plano, de un espesor de cuatro dedos, saca el saco azul cielo descosido, bajo el cual aparece un tejido medio deshecho de color gris-marrón. Debajo un entablillado. Al quitar el gorrito de la cabeza se ve un cráneo humano, yaciendo parte en el entablillado parte en suspenso. Junto al cráneo a la derecha se ve la primera vértebra cervical. La longitud de la figura se corresponde a la de una persona de tamaño medio. Ion levanta un tejido reducido a cenizas… se desprende la mandíbula inferior. En ella siete dientes. A la izquierda del cráneo yacen dos vértebras cervicales. Se despliega la ropa reducida a polvo. Todo corroído por las polillas. Visibles cabellos de color rojizo, la correa de un cinturón, se levanta polvo. Visibles vértebras separadas, huesos de la pelvis, la tibia derecha, el fémur completo, los huesos del peroné se encuentran medio deshechos. Los doctores lo examinan todo. La impresión general del esqueleto es que se destruyó hace 500 años. El doctor Popov alza una caja negra y saca de ella cabellos de un matiz castaño claro-rojizo, sin canas, envueltos en un papel encerado de color amarillento. Reúne una masa de polillas muertas y la muestra a los presentes.
 

El doctor Gvozdinski dice que del antebrazo quedan partes  separadas reducidas a polvo. Todo se deshace. En la zona de la tablilla un mechón de pelo rojizo sin canas. En todas partes gran cantidad de polillas muertas, mariposas y larvas.  Según la declaración del doctor Popov, el cráneo se corresponde por su antigüedad a los huesos. En la región de la caja torácica yacen sin orden huesos de la mano. La ropa era de un basto paño campesino. Todo estaba atado en cruz con una correa del tipo de cordel, del espesor de un lápiz normal. Bajo estos restos de huesos yace una capa de vestidos reducidos a polvo.
 

El actual protocolo es leído por el camarada Shatagin a todos los presentes. No hay objeciones.
[Siguen las firmas de los presentes]

Publicado en la revista mensual del Comisariado de Justicia, Revolución e iglesia [«Революция и церковь»] №6-8 de Junio-Agosto de 1919

Datos y video de Cine Soviético

viernes, 25 de octubre de 2013

Comunicado de presentación del blog de la Red de Blog Comunistas

La Red de Blog Comunistas comunica que a partir de ahora va a disponer de una nueva herramienta para llevar a cabo su labor de difusión y defensa de la ideología comunista, su propio blog, que se podrá consultar en la siguiente dirección electrónica:

www.reddeblogscomunistas.blogspot.com.

A través de él, RBC continuará trabajando para la construcción del Socialismo, usándolo para hacer públicos sus comunicados, acciones y denuncias, además de ser un instrumento de expresión de sus decisiones colectivas.

Como ya se ha explicado en anteriores comunicados, y consta en sus  Principios Básicos de Adhesión , el objetivo de RBC es  "sumar esfuerzos y unir fuerzas para avanzar en la lucha de clases, antiimperialista y revolucionaria hacia un futuro de dictadura del proletariado y de erradicación del imperialismo a nivel mundial", considerando el marxismo-leninismo como la herramienta de análisis básica para llevarlo a cabo.El blog de RBC será un arma de combate más para cumplir nuestros objetivos de alcanzar, por todos los medios, un mundo sin explotación del hombre por el hombre, una sociedad sin barbarie capitalista, un futuro socialista.

!Saludos Comunistas!

RBC

Mapa del saqueo de los recursos minerales de Rumanía

En Rumanía, tras 20 años de saqueo capitalista, ya no quedan apenas territorios libres para que los rumanos exploten directamente sus recursos naturales. Como se ve en el siguiente mapa de la Agencia Nacional para los Recursos Minerales, desde el golpe de estado capitalista los recursos que antes de 1989 eran propieda social y colectiva de los trabajadores rumanos se entregaron a diferentes corporaciones mafiosas, de las que actualmente solo una, RomGaz, en proceso de privatización, todavia es de propiedad estatal (aunque, como sabemos, en una dictadura del capital el propio estado está en manos de los capitalistas, y no de los trabajadores).

Las concesiones de explotación de recursos minerales son, principalmente, de petroleo o gas, aunque en gran parte de los casos los acuerdos de explotación son ambiguos, y permiten cualquier tipo de objetivo, entre ellos los gases de esquisto por fracturación, que en Estados Unidos están envenenando el agua de los entornos donde se ha llevado a cabo su extracción o, como en el caso de Rosia-Montana, el oro o cualquier otro metal precioso.

La lista de los beneficierios de la riqueza de los rumanos incluye a firmas creadas por los mafiosos que se hicieron con el estado tras la reinstauración del capitalismo en 1990, como RomGaz, actualmente en proceso de privatización, pero en la mayoria de los casos se trata de grandes corporaciones mafiosas como OMV Petrom, Lukoil, Rompetrol o Chevron, entre otras.Como se ve en el mapa, el saqueo también incluye, por supuesto, las aguas territoriales de Rumanía en el Mar Negro.

De todo esto, los trabajadores rumanos, sus antiguos propietarios durante los años del Socialismo, no se llevan apenas nada, salvo como mucho un salario miserable que, como media, no llega a los 400 euros mensuales.

En realidad, en eso consiste la colonización, que actualmente, en la epoca de los eufemismos, se llama globalizacion: unas corporaciones mafiosas llegan a un pais y se llevan su riqueza. Si los nacionales no quieren, mandan a los marines y a la OTAN, para quitarselos por la fuerza; pero si, como pasa en Rumania, los tan aparentemente patriotas rumanos (o de sea cual sea la nación colonizada) se bajan los pantalones ante el saqueador y se dejan hacer, por cobardia, resignación o incapacidad, pues todos contentos, mientras los ladrones adornan el saqueo con el maquillaje de una aparente, pero realmente inexistente, democracia.

Como siempre, una imagen vale más que mil palabras:

Mapa de los territorios asignados para la explotación y la lista de multinacionales beneficiarias





jueves, 24 de octubre de 2013

Discurso de Vladimir Voronin en el XX Aniversario del Partido Comunista de la Republica Moldova

Traducido del ruso por Josafat S. comín

Intervención de Vladímir Voronin, presidente del Partido Comunista de la República de Moldavia (PCRM) en el acto solemne de conmemoración del 20 aniversario de la creación del partido

Queridos camaradas y correligionarios, queridos compatriotas,

Hace más de 20 años, las oscuras fuerzas de la reacción y la división acabaron con nuestro gran país, la Unión Soviética. Cada una de las antiguas repúblicas tuvo que buscar en solitario su propio camino para sobrevivir, para mantenerse a flote en ese abismo de tormenta geopolítica. Todos nosotros, que hasta ayer, vivíamos en una gran país, plurinacional, nos vimos separados, territorial y económicamente. En el lugar del PCUS, surgen cientos de nuevos partidos políticos. Unos partidos que esta vez no surgían fruto de determinados intereses sociales o debates doctrinarios, sino que aparecían y desaparecían como si fueran puestos en un mercadillo. La política misma, se convirtió en un negocio rentable. Y esa política, ese negocio, inmediatamente lo protegieron de la única amenaza posible, de la única y principal competencia política: los partidos y movimientos comunistas. Por eso en muchos países, los comunistas y sus organizaciones acabaron siendo prohibidos.

La formación del sistema político en Moldavia siguió ese mismo y lamentable esquema. Aquí ajustaron cuentas con el comunismo de un modo especialmente cínico y cruel. Aunque, tras un periodo muy breve, resultó que sería precisamente en Moldavia, donde el ideal comunista habría de recibir una segunda vida. Fue precisamente en Moldavia, donde surgiría ese fenómeno del renacimiento comunista –ideológico y práctico- que veinte años después, continúa siendo el lado más sorprendente de la vida política moldava.

Queridos camaradas,

No es fácil seleccionar las palabras con las que describir y expresar todo lo que ocurrió aquí hace veinte años. Fue algo increíble, un acontecimiento extraordinario. No se había disipado aún el olor a quemado  en el sangriento conflicto de Predniestrovie, aún se oían los gritos histéricos de los anticomunistas, continuaba la sádica profanación de toda la herencia soviética, y ya a todo aquello se le lanzaba un desafío. En Chisinau se reunía la conferencia constituyente del Partido Comunista de la República de Moldavia. En el camino de la desintegración y degradación incontenible, se cruza una fuerza política, que estaba destinada a cambiar radicalmente el curso de la historia moldava.

Es difícil imaginar ahora que habría ocurrido si en aquel octubre, hubiéramos obrado de modo distinto. Y motivos había más que suficientes. Aunque el principal era más bien de carácter sicológico. Juzguen ustedes mismos, cuando todos por todas partes hablan de la debacle total y definitiva del comunismo, cuando los antiguos primeros secretarios del partido y miembros del Politburó alardean de romper sus carnets… ¡Qué difícil era entonces moverse a contracorriente! Para ello había que contar con una fortaleza moral y humana única, poseer una reserva de conciencia y dignidad, que debía superar con creces la que se presupone para una vida humana. Y esa fue precisamente la gente que fundó el Partido comunista. Están hoy en esta sala, ¡saludémosles!

Permítanme queridos camaradas, correligionarios, que les felicite por este veinte aniversario de nuestro partido, el Partido de los comunistas de la República de Moldavia, por esta fecha, en que nuestra bandera roja se izó de nuevo en el mástil de la lucha por la justicia y la libertad.


Queridos camaradas,

Todos nosotros, gentes de las más diversas edades y generaciones, cumplimos veinte años en estos días. ¡Apenas veinte! Por eso pienso que hoy en esta sala nos hemos dado cita unos auténticos coetáneos políticos e ideológicos. Eso somos y así nos sentimos. Y no puede haber una mejor manera de definir y comprender la esencia misma de nuestra unidad espiritual, de nuestra hermandad insuperable y de nuestra fortaleza política.

Nuestros valores, la solidaridad, el internacionalismo, el poder popular y la justicia social, siguen perdurando. No envejecen ni retroceden ante el rostro de la historia. Nuestros principios de lucha por los derechos de las personas, por la existencia de un estado moldavo, por la libertad, cada día, cada hora, son puestos a prueba. Y yo, con toda mi alma, os quiero expresar hoy mi reconocimiento a todos vosotros, que habéis dedicado vuestras vidas a esta lucha, que no tuvisteis miedo, en las horas más decisivas de aquella época despiadada, de seguir siendo auténticas personas, verdaderos patriotas. Sois precisamente vosotros, los que habéis recorrido estos veinte años, quienes permaneceréis como únicos abanderados de esa misma esperanza social, sin la que es imposible vivir y fijar el camino al futuro.

Y es precisamente de futuro de lo que deberíamos hablar hoy, en estos días de nuestro veinte aniversario. Sobre el futuro de nuestro partido y de nuestro país, del futuro de millones de nuestros compatriotas, que han sido de nuevo despojados del derecho al optimismo y a tener una perspectiva vital.

Por muy querida y relevante que fuera la experiencia del PCUS y del primer sistema de estado soviético socialista, por muy valiosa que sea la praxis de nuestros ocho años de gobierno, no pueden ser la nostalgia ni la tarea de recuperar lo que teníamos, lo que nos una. Estamos hoy unidos por la idea de la creación de algo nuevo.

Esa fue la promesa que nos hicimos y sobre la que discurrió nuestro trabajo en nuestra primera etapa como oposición, hasta el 2001. Sobre ello se construyó nuestro trabajo en el periodo que estuvimos al frente del gobierno. Y hoy día, no solo seguimos siendo un partido movilizado y disciplinado, somos también un equipo creativo, que sabe encontrar las soluciones más inesperadas y sorprendentes. Así debe ser hoy la organización política de los comunistas: seguir firmes sobre las bases de los cimientos científicos marxistas, y estar abiertos a nuevas soluciones, ideas y estrategias sociales. Para un partido con muchos miles de militantes y una edad media de 37 años, esa debe ser la principal garantía de éxito político y de su popularidad.

Pero no podemos quedarnos dormidos en los laureles de logros pasados y encuestas sociológicas actuales. El partido es una organización, que necesita de un trabajo diario, a menudo rutinario. Un trabajo, capaz de convertir a decenas de miles de personas distintas en un solo organismo, bien engranado, en un equipo construido como una orquesta sinfónica, capaz de ejecutar con la más refinada exigencia cada nota. Y en este sentido, la lucha en nuestro estado de oposición parlamentaria es especialmente exigente en cuanto a responsabilidad. No solo se nos exige que seamos críticos y mordaces, también tenemos que saber encontrar y ofrecer soluciones, cuando no son en absoluto demandadas por el gobierno, o cuando la sociedad las pueda interpretar como vacíos lemas populistas

Han pasado apenas cuatro años, pero ya está claro, que la sociedad demanda de los comunistas, como principal fuerza de oposición, un listado entero de nuevas tareas. Unas tareas, que parten directamente de los condicionantes derivados de la profunda crisis en la que se encuentra hoy el país. Es precisamente ahora, en estos días de creciente resistencia a nivel nacional frente al actual régimen, cuando suenan esas mismas preguntas de un modo más categórico y exigente. Se las podría resumir fácilmente: todos saben contra qué luchar, pero ¿en nombre de qué? ¡Respondan, comunistas, a esta pregunta! Es una exigencia que cada vez suena más y más.


Por cierto que a lo largo de estos veinte años no es la primera vez que nos enfrentamos a una postura tan exigente por parte de la sociedad. Y hoy esa pregunta es más que oportuna y justa. El 85% de la gente niega su apoyo al actual gobierno, pero esa mayoría absoluta de la población del país, sigue sin ver salida a la crisis. Y su desesperación, por desgracia es la mejor base social de ese “Estado ocupado” en el que se ha convertido Moldavia. Esa falta de fe en su capacidad, en sus fuerzas para revertir la situación, es el principal aliado de estos ladrones corruptos que tenemos en el gobierno.

¿Cómo insuflar optimismo en los espíritus de esa mayoría absoluta de gente desesperada? ¿Cómo lograr que te sigan? ¿Qué les podemos ofrecer a ellos, al país en general?

A un país que se encuentra en una situación incomparablemente peor que en el 2001. A un país al que ya han dividido en partes, al que en ambas orillas del Dniéster, se apresuran a oficiar misas fúnebres.
Cualquier referencia a nuestros documentos programáticos y proyectos, es hoy inútil. Campesinos y obreros, habitantes de las ciudades y pueblos, médicos, maestros y estudiantes, jubilados y desempleados, esperan respuestas sencillas y claras. Y si esas respuestas no se las ofrecemos si no llegan del partido de la oposición más potente e influyente, entonces la sentencia que acabará con Moldavia, entrará en vigor.
Camaradas,

Nosotros tenemos respuestas a esas preguntas. Permitidme que las exponga no solo en este acto conmemorativo. Aprovechando la ocasión querría hoy que llegasen a todo el país, a todos los ciudadanos de Moldavia.

Así pues, comencemos por aquello de lo que todo el mundo habla: Moldavia necesita modernizarse. Al mencionarlo, quien más quien menos, se imagina más o menos lo mismo: Hablamos de una economía desarrollada, basada en la aplicación de nuevas tecnologías y en la innovación; hablamos de una sector agrario competitivo y modernizado; hablamos de una educación adecuada a los tiempos, de un sistema democrático eficaz y un poder judicial insobornable. También entrarían aquí unos elevados indicadores de desarrollo humano y en consecuencia un alto nivel de ocupación, con trabajos bien remunerados y acompañados de buenas pensiones, becas, prestaciones sociales. Podríamos continuar con esta lista. Pero surge la pregunta: ¿de dónde saldría todo eso, como lograrlo? Y no dentro de cien años, a poder ser en un futuro cercano. Si dirigimos la mirada al camino por el que han metido a Moldavia en los últimos años, no encontraremos respuesta a esa pregunta. No se ve la luz al final del túnel. De continuar todo como hasta ahora, el cuadro que nos espera en un futuro próximo será el de un país humillado, con unas ciudades y pueblos abandonados, y unos cementerios repletos.

Pero nosotros vemos salida a esta situación. Sabemos lo que hay que hacer.

Primero: Integrarnos con carácter de urgencia en la Unión aduanera (con Rusia, Bielorrusia y Kazajistán. N de la T.). Eso le permitirá a Moldavia coger un poco de oxígeno. En concreto, significaría la bajada de combustibles y electricidad, o lo que es lo mismo de los costes de producción. Supondría además la salida a unos mercados garantizados, bien conocidos por nuestro país para la realización de nuestros productos. Eso supondría un ahorro en los presupuestos de cerca de quinientos millones de dólares al año que se van en el pago del gas que importamos y permitiría una rebaja en la factura de todos los gastos relacionados con el hogar, creando las condiciones para ampliar y desarrollar la producción local. Estos serían solo algunos de los efectos de dicha integración. Les recuerdo una vez más. L a Unión aduanera en su ejecución práctica no existía antes del 2010, ahora es una realidad.

Y por mucho que haya quien pueda criticar determinados aspectos del funcionamiento de la Unión aduanera, está claro que para Moldavia supondría una reanimación rápida de toda la economía, poder salir del actual estado de muerte clínica.

Este camino es la vía para la reanimación de nuestras ciudades, centros provinciales, capaces con el tiempo de encontrar su lugar en esa telaraña de relaciones corporativas, que propone la economía de la Unión aduanera. Este camino es la única posibilidad de hacer uso del potencial labor en la esfera agraria, cuya producción sigue siendo apreciada en los mercados de nuestros socios tradicionales.

Con este enfoque, a mi modo de ver, deberán estar de acuerdo no solo los tradicionales partidarios del vector orientado al este, de desarrollo de Moldavia, sino también aquellos para quienes Moldavia siempre ha sido, es y será un país europeo. La paradoja de nuestra situación pasa por el hecho de que solo eligiendo el camino que lleva a la Unión aduanera, puede Moldavia convertirse en un país europeo. No el camino al aislamiento internacional, sino al contrario, hacia un sistema estable y comprensible de relaciones, incluidas las que tengamos con la UE, que seguirá siendo el socio principal de Moldavia en todas las cuestiones que afectan a la modernización y perfeccionamiento de nuestro sistema legal.

Segundo. Una política social decidida. Ya sabemos que esta política en gran medida es una cuestión de voluntad política de aquellos que se encuentran en el gobierno y no solo y no tanto de las posibilidades económicas. Si dejamos a la gente sin cobrar sus salarios y pensiones, si recortamos en salud y educación, eso es la auténtica locura económica y el retraso mental del gobierno. Pero si de verdad queremos superar esta crisis social y económica, debemos conseguir que la demanda aumente drásticamente. Lo que traducido al lenguaje normal, significa que tenemos que subir las pensiones, los salarios y las becas. Eso significa además el inmediato restablecimiento, a todas las categorías de población, de las prestaciones sociales que les ha arrebatado el gobierno actual. No puede haber ningún crecimiento económico, si los jubilados de todos los niveles, funcionarios, militares, fuerzas y cuerpos de seguridad y demás estructuras del Estado no reciben lo que les corresponde por derecho, lo que merecen por su trabajo. No puede haber ningún desarrollo, si el salario medio no supera en tres o cuatros veces al salario mínimo. No puede haber ninguna estabilidad social, si las pensiones no se compensan con un crecimiento anual del 20%. No puede haber ningún desarrollo a largo plazo si no volvemos a una educación gratuita en los centros de educación superior.
Este modo de enfocar el problema no es ningún capricho, es la esencia misma de la supervivencia en el siglo XXI, sin la cual será imposible cualquier futuro de progreso nacional.

Les garantizo que lo expuesto aquí, no tiene hoy oponentes entre los auténticos expertos economistas. Si no contamos claro está, a esos que se dedican a holgazanear en el FMI y el Banco Mundial, a los que a fin de cuentas nada les importan esos objetivos de desarrollo social, en no se sabe que Moldavia, ni a esos sirvientes ridículos que hacen las veces de representantes del actual gobierno, quienes ven a nuestro país como un gran mercadillo, en el que todo se compra y se vende.

Tercero. Los últimos cuatro años han situado delante de nosotros otro problema añadido. Para ser honestos, este problema siempre ha existido de un modo u otro, pero nunca como ahora se ha hecho tan apremiante su resolución. Me estoy refiriendo a la lucha contra la corrupción y el crimen organizado. Y como ya sabemos, por nuestra experiencia pasada, que meter a los delincuentes en la cárcel y devolver el orden a las calles es una cuestión de voluntad política, el problema de la corrupción hoy es mucho más serio. Derrotar este mal, que se ha adueñado de todas las estructuras de gobierno, es algo solo posible si se aborda desde diferentes ángulos, utilizando las fuerzas del orden y cambiando radicalmente el actual sistema judicial. Los juzgados deben dejar de ser filiales y divisiones de los clanes oligárquicos para convertirse en un órgano para su inmediato exterminio. Elección directa de jueces, derecho de revocación, sometimiento al control directo de la sociedad, son la única garantía de que esa demanda social de honradez, objetividad e imparcialidad pueda ser realizada.

Camaradas,

Todos debemos comprender y asimilar que el tema de la corrupción en Moldavia es una cuestión de soberanía del país y del pueblo moldavo. Es cuestión de ver quién gobierna el país, los amos del juzgado de Căușeni o el pueblo, los delincuentes o el pueblo.

Tenemos poco tiempo para poder responder correctamente a esas preguntas. Y no puede haber ninguna duda de que todo lo robado, ya sean bancos o aeropuertos u otros sujetos de propiedad pública, que se haya apropiado el gobierno en estos últimos cuatro años, deberán ser devueltos al pueblo y al Estado. No puede haber ninguna duda en que muy pronto, los actuales señores de nuestras vidas correrán como alma que lleva el diablo al oír las palabras juez o tribunal.

Y por último. A menudo nos reprochan por el hecho de que durante nuestro periodo de gobierno invertimos demasiado tiempo y esfuerzo en la resolución del contencioso con Predniestrovie. Nosotros siempre aseguramos que sin la resolución de este problema nuestra organización estatal quedaría coja, incompleta, vulnerable. Es lo que está pasando ahora. En cuanto los comunistas nos vimos en la oposición, el actual gobierno emprendió abiertamente el camino de la división de Moldavia, rechazando de facto la idea misma de la integridad territorial y la unidad cívica. Está todo claro. A este gobierno le aterra la idea de que la gente que vive a ambas orillas del Dniéster, termine cogiéndose de la mano para formar un Estado viable y estable, en el que los adversarios de Moldavia ya no puedan nunca conseguir influencia política.

Las nuevas realidades en política exterior nos dicen que la unidad del país no es ya cuestión de agudos proyectos, debatidos en formatos múltiples. Es cuestión de si somos capaces de encontrar una solución digna, y sobre todo bajo control popular. Pienso que hoy día debemos ser mucho más generosos en ese sentido. Estoy convencido, de que en la situación creada sabremos encontrar una solución común, un compromiso. La disposición de la mayoría de la sociedad moldava para seguir avanzando por el camino de la integración en la Unión aduanera, elimina la mayoría de las contradicciones objetivas, con las que tropezábamos en la resolución del problema de la reintegración de nuestra patria.

Camaradas,

Todo lo aquí expuesto, es el fondo de nuestras propuestas para la sociedad moldava. Como ven, son concretas y bien delimitadas. No escondemos, no enmascaramos nuestros propósitos y tampoco intentamos prometer lo imposible. Estoy seguro de que nuestro partido cuenta con el suficiente potencial humano, profesional y moral, para llevar a la práctica estas tareas.

Pero debemos ser sinceros: llevar estos planes a la realidad solo será posible con la participación de toda la sociedad, apoyándonos en ella, de común acuerdo. Por eso el Partido Comunista de la República de Moldavia declara que todas aquellas fuerzas políticas, que compartan aunque sea parcialmente estos objetivos y los medios para su consecución, serán vistos por nosotros como aliados, independientemente de los nombres las personas, las denominaciones de los partidos, las acusaciones y malentendidos pasados. Si queremos vencer, solo podremos hacerlo juntos unidos en un frente común. No hay otro camino. Y este anuncio cabe interpretarlo como una invitación abierta a entrar en este Frente Popular. Sin condiciones, ni estériles discusiones sobre futuros dividendos políticos.

Estoy seguro de que sabremos sacar a Moldavia adelante. Sé que los días del actual régimen están contados. Y el día de la celebración del veinte aniversario de la fundación del PCRM, quisiera repetir nuestro lema principal: “Quien no esté contra nosotros, está con nosotros”. Solo así, juntos, superaremos este mal, solo así en una marcha conjunta sobre Chisinau, nos libraremos de una vez para siempre de la desgracia que se ha instalado en nuestra casa.



¡Viva la República de Moldavia!
¡Viva el Partido Comunista de la República de Moldavia!
¡República! ¡Poder Popular! ¡Socialismo!

Fuentes: www.pcrm.md
http://www.puls.md/ru/content/nashi-cennosti-netlenny

miércoles, 16 de octubre de 2013

El 47% de las víctimas de explotación sexual y trata de personas en España son rumanas


Es una de las muchas  consecuencias de que en este país la dictadura del capital haya destruido en las últimas dos décadas más de la mitad de los puestos de trabajo, casi toda la industria y la agricultura levantada en las años de Socialismo, y empobrecido al estado dejándolo en manos de las grandes corporaciones mafiosas internacionales. Todo esto, lógicamente, ha provocado el hundimiento en la miseria de millones de rumanos y la huida de otros tantos para buscar un trabajo a las potencias desarrolladas, lo que facilita que tanto los criminales (capitalistas) de Rumania como los de los países de destino sigan  frotándose las manos mientras explotan a cada vez menor coste la fuerza de trabajo de los trabajadores (locales o inmigrantes) o, en el caso de muchas mujeres, aprovechándose de su necesidad para esclavizarlas sexualmente.

Según la Organización Internacional del Trabajo, OIT, la trata de personas afecta cada año en el mundo a unas 2.500.000 personas, sobre todo a mujeres, niñas y niños de distintos países, quienes conforman el 90 por ciento de las víctimas. Después del tráfico de drogas y de armas este constituye el negocio transnacional que genera mayores ganancias. Quienes caen en las redes de los tratantes, pueden enfrentarse a la explotación sexual, los matrimonios serviles, distintas formas de trabajo esclavo y mendicidad forzada, y abusos de todo tipo, perdiendo sus derechos más básicos.

En España ese criminal negocio genera unos beneficios de más de 3,7 millones de euros y amenaza a más de 7.000 mujeres que se encuentran en situación de riesgo. Según la  Comisión de Igualdad y no Discriminación de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa,  en los seis primeros meses de 2013 las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado han realizado 1.237 inspecciones en lugares donde se ejerce la prostitución y han detectado que, como poco, 7.114 personas se encuentran en situación de riesgo de trata con fines de explotación sexual, en su mayoría, mujeres y cinco menores de edad.

En estas operaciones se ha detenido a 446 personas -156 por trata de personas y 290 por explotación-, la mayoría hombres; el 37 por ciento de nacionalidad rumana; española, el 24 por ciento, y de Nigeria, el 19 por ciento.

En su intervención, los representantes del Ministerio de Interior de España explicaron que el perfil de víctima de trata es el de una mujer de unos 20 años de nacionalidad rumana. Se han identificado 619, de ellas 117 por trata de personas y 502 por explotación sexual. Por nacionalidades, las víctimas de trata son mayoritariamente rumanas -el 47 por ciento- seguidas de paraguayas - el 22 por ciento- y de nigerianas, el 10 por ciento. Entre las de explotación sexual, una de cada cuatro procede de Rumania, el 17 por ciento de China y el 11 por ciento de Brasil.

Según datos facilitados por la ONU, la trata de seres humanos con fines de explotación sexual es en la actualidad "uno de los grandes negocios delictivos", sólo por detrás del tráfico de drogas. En España genera unos beneficios de 3,7 millones de euros y en todo el mundo supera los 30.000 millones de dólares al año. 

Claro que la culpa, en este caso, no es solamente de los rumanos, que han dejado que su país sea convertido en cantera de esclavos y prostitutas para los que se aprovechan de la ley del más fuerte, pilar del capitalismo, sino también de los españoles, que no dudan en explotar a los más débiles para enriquecerse mientras la mayoria mira para otro lado como si la cosa no fuera con ellos, sin mover un dedo mientras otros seres humanos son tratados como esclavos ante sus narices (incluso muchos de estos trabajadores siguen participando en el negocio con la excusa de aliviar sus necesidades individuales, y sin importarles nada las de sus víctimas). 

En realidad, se trata de las consecuencias del mismo engranaje capitalista en los dos casos: mientras unos cuantos, sin importar la nación o la bandera que dicen amar, se enriquecen a costa de los trabajadores, locales o inmigrantes, estos, narcotizados con estupideces como, entre otras muchas, el patrioterismo, la religión o el pacifismo, pero sobre todo por la desorganización en la que les ha sumido su desclasamiento, se dejan hacer o se convierten en cómplices silenciosos como si el delito fuera realmente inevitable.

Solamente el sistema que lucha por acabar con todo tipo de explotación de unos seres humanos por otros, tanto laboral como sexualmente, puede terminar con el delito y con los delincuentes, por lo que la única manera de acabar con las consecuencias de la barbarie capitalista, como las que sufren pueblos como el rumano desde hace más de 20 años, es construir, con más fuerza y convicción que nunca, el Socialismo.

domingo, 13 de octubre de 2013

El animalismo en acción: Rumanía o el futuro (1ª Parte)

El Camarada Sade nos envía el primero de una serie de artículos sobre Rumanía que, y esto es algo que ambos compartimos, ha sido y sigue siendo la cobaya en la que el neoliberalismo ha ensayado la Europa del futuro, el que espera a millones de  trabajadores del continente, que muchos, como por ejemplo  los españoles, ya están empezando a sufrir en sus propias vidas: recortes, ajustes, destrucción de la industria y saqueo de la riqueza colectiva, pobreza, emigración, y, para que todo ello sea posible sin protestas ni revueltas, alienación brutal de las conciencias.

Este primer artículo versa sobre la polémica habitual entre los rumanos en lo que se refiere a los perros callejeros, defendidos con más ardor por algunos rumanos que a sus propios conciudadanos condenados a la miseria.

En fin, un hipócrita amor hacia los canes que contrasta con el odio y el desprecio hacia los seres humanos, de los que tras más de dos décadas de saqueo capitalista, hay también muchos condenados, como los bienamados perros, a vivir en las calles, en las esquinas heladas y o en el sucio alcantarillado de la ciudad, situación ante la que nadie parece demasiado interesado en salir a las calles para protestar o mover un dedo para evitarlo. Y no digamos ya cuando se trata de la respuesta ante las masacres de la OTAN, de la que forma parte el ejército rumano, en lugares más o menos lejanos como Afganistán, Libia o Siria, casos en los que igualmente, mientras se sufre dolorosamente por la posibilidad de eutanasiar a  los perros vagabundos que vagan por las calles de las ciudades rumanas, la insensibilidad y la deshumanización ante el genocidio de seres humanos, generalizada entre los desclasados y alienados trabajadores europeos,  provoca náuseas.


EL ANIMALISMO EN ACCIÓN: RUMANÍA O EL FUTURO (1ª Parte)
(por el Camarada Sade)


Hay una parte de la burguesía que desea mitigar las injusticias sociales, para de este modo garantizar la perduración de la sociedad burguesa. Pertenecen a ésta (…) las sociedades protectoras de animales (…)
(Manifiesto Comunista)

Rumanía es un país engañoso: de un lado, los emprendedores y la prensa libre, es decir, los explotadores de toda la vida y sus plumíferos empresariales, hablan de “un país en construcción” con inmensas potencialidades, hablan de un retraso histórico “por culpa del comunismo” del que –el optimismo de las sanguijuelas- Rumanía emergerá gracias a la inversión extranjera que traerá prosperidad, abundancia, bla, bla, bla. De otro, un país en que la pobreza campa a sus anchas desde hace más de dos decenios –el 47% de la población vive por debajo del nivel de la pobreza al tiempo que 3 millones de rumanos han huido del país para poder subsistir-, un país en que el tejido social (educación y sanidad) y productivo (industria y agricultura) han sido sistemática y conscientemente desmantelados a lo largo de los últimos 23 años, un país, en fin, en manos de cleptómanos entregados al saqueo de la riqueza colectiva y siempre dispuestos a la genuflexión ante sus amos imperialistas de la UE y los EEUU.
Una imagen típica de las ciudades rumanas

O por decirlo de otro modo: Rumanía, para parásitos y multinacionales, es un país que tiene mucho futuro, mientras que, para nosotros, los vallekanos del mundo, Rumanía es ya, sencillamente, el futuro, el espejo en que hemos de mirarnos si queremos saber la que nos espera, la que se nos viene encima.  

Así que nadie que lea esto se llame a engaño: Rumanía no sólo no es un país atrasado sino que se puede afirmar rotundamente, sin miedo a equivocarse, que es de los países más avanzados del planeta en materia de recortes sociales, bajadas de sueldos, subidas de impuestos, racionalizaciones económicas, liquidación a precio de saldo de los recursos del país, impunidades y corrupciones, y cuantas canalladas imaginables e inimaginables quepa infligir a la clase obrera en nombre del prometedor futuro, del “todo está por hacer”, de que nos hablan las sanguijuelas del capital y sus voceros de la prensa libre.

Claro que, para que todo este pantagruélico menú de libertad y democracia burguesas se vaya digiriendo en forma de emigración y suicidios, es decir, sin ventosidades políticas ni regüeldos sociales, es necesario el acompañamiento del tintorro avinagrado, y no peleón sino manso, mansísimo, del alelamiento de las masas. Como si se tratara de evoluciones convergentes, mientras en la España actual, la del 22 de julio de 1969, el proceso de alelamiento colectivo pasaba por la transformación ideológica de la izquierda marxista, a base de traiciones y transiciones, en esa amalgama amorfa que llamamos “lo progre”, en Rumanía había que encauzar hacia alguna parte la sempiterna insatisfacción fáustica de los bípedos implumes, actuales consumidores-contribuyentes, y así tomó forma, entre otros (que para eso esto pretende ser el primero de una serie de artículos), el animalismo, componente esencial, en España, del progrebuenismo, en Rumanía, de toda “conciencia social” que se precie.

Vamos con los datos: en la ciudad de Bucarest se calcula que hay entre 50 y 65 mil perros callejeros: cada año solicitan la aplicación de la vacuna antirrábica por mordedura de perro unas 5.000 personas; cada año, también, los ataques de jaurías producen la muerte de 2 ó 3 personas en la capital. A todo ello hay que añadir los efectos en forma de miles y miles de zurullos que dicha población canina siembra a diario por toda la ciudad, ya de por sí sucia: en el capitalismo definitivo, en el capitalismo final, la limpieza de lo que se llamó antaño “espacio público” es gasto recortable con tendencia a eliminable.

Estos datos son perfectamente extrapolables a campos y ciudades del resto del país.

Según cuentan, hace ya bastantes años, algún desalmado propuso la misma solución que a Usted, vallekano del común como yo, se le ha ocurrido ya para acabar con el problema. Y aquí se armó la de Troya: desembarcó en Rumanía nada menos que Brigitte Bardot –que si no recuerdo mal, en su día, fue la única personalidad francesa, junto con el suicida franco-español Luis Ocaña, que pidió el voto para el Frente Nacional cuando lo dirigía el paracaidista-torturador Jean Marie Le Pen, es decir, cuando aún no era un partido votable para la burguesía civilizada gabacha-, cual cruzada en defensa de los pobres chuchos que pretendían matar. Las autoridades rumanas, sensibles a las protestas de la actriz y conscientes de las negativas repercusiones internacionales que tan inhumana medida provocaría, diseñaron planes, acordaron programas con diversas ONGs, votaron leyes parlamentarias y destinaron fondos que han permitido que… todo siga igual: miles de perros por las calles, personas mordidas todos los días, algún que otro muerto al año y las mierdas de rigor por parques y plazas listas para ser pisadas.
       
Recientemente una jauría de perros mató a un niño en un parque y el debate se ha vuelto a agitar, ha polarizado las posiciones, ha caldeado el ambiente social: manifestaciones properros y antiperros en las calles, proyecto de referéndum popular sobre la “eutanasia” canina, artículos de prensa, tertulias televisivas, etc.

***
Rumanía es un país engañoso, decíamos al principio; y también un país engañado, ensimismado en el engaño, en el que tras casi 24 años de capitalismo definitivo todavía los hay –y no pocos- que son capaces de decir sin rubor que “Nicolae Ceausescu es el responsable de que haya perros en las calles de Bucarest”.

Parafraseando al gran escritor rumano Panait Istrati, quien decía que “la solidaridad humana es el arma más poderosa para la defensa del hombre”, urge clamar bien alto que la indefensión del hombre en la Rumanía actual, a merced de todas las formas de pobreza, desigualdad y desarraigo producidas por el capitalismo en nombre de la libertad, tenía y tiene como condición necesaria la extirpación de ese sentimiento privativo de lo humano que es la conmoción ante el dolor de sus semejantes, base esencial e inexcusable de cualquier forma de rebeldía.

Ortopedia macabra, ese hueco de tullido dejado en el alma del hombre de la Rumanía actual por 24 años de explotación descarnada ha sido rellenado de animalismo, sonrisa de calavera, eco de ultratumba de una humanidad amortajada y a la espera de resurrección.

Georges Politzer y el materialismo dialéctico en la Universidad Obrera de París

Comprender, explicar, combatir
Georges Politzer nació en la húngara Nagyvárad (hoy la rumana Oradea) en 1903, donde se crió hasta que tuvo que abandonarla tras la caída de la República Soviética Húngara de Bela Kun en 1919 y la entrada en Transilvania de las tropas rumanas, tras la cual su familia huyó a Austria. 

Politzer conocería allí al padre del psicoanálisis Sigmund Freud, por el que será muy influenciado en sus trabajos psicológicos, entre los que se destacan su labor en la fundación de la Revista de Psicología Concreta y su obra Crítica de los fundamentos de la psicología (1927), considerada por los estudiantes franceses de la época como una introducción al psicoanálisis.

Previo a este último trabajo, se instaló en París en 1921 dedicadándose y destacando al estudio de la filosofía en la universidad, trabajando después como profesor de la materia en varios institutos y fundando en 1924 la revista Philosophies junto con otros jóvenes comunistas (como el historiador Henri Lefebvre).

Tras los mencionados años centrados principalmente en la psicología, en 1929 se afilia al Partido Comunista de Francia, y empieza a estudiar profundamente el marxismo.

Politzer fue uno de los profesores que fundó la Universidad Obrera de París en 1932, en la que se ocupó de la enseñanza del materialismo dialéctico. Allí él y otros profesores enseñarían a todo tipo de personas interesadas, lejos del casposo y rígido mundo academico tradicional, siendo la mayoria de los asistentes jóvenes trabajadores.

La Universidad Obrera sería desmantelada tras la ocupación nazi de 1940. Politzer no tardará en pasar a la clandestinidad y formar parte de la Resistencia, y publica ese mismo año las revistas antifascistas L'Université Libre y La Pensée Libre. En 1942 será detenido, brutalmente torturado y fusilado.

De las anotaciones de sus clases del curso 1935-36 de la Universidad Obrera, uno de sus estudiantes resumiría las enseñanzas de Georges Politzer en el considerado ''Manual elemental de filosofía'', en el cual el filósofo comunista húngaro-transilvano explica qué es y cual es la utilidad para los jóvenes miembros de la clase trabajadora del marxismo y del materialismo dialéctico:



Tomado de Euskal Sute Iraultzailea - ESI taldea

martes, 8 de octubre de 2013

El 70% de los rumanos no van al médico porque no tienen dinero para pagarlo.

Así lo afirma el canal informativo Antena 3: solo un 30% de los rumanos van al médico cuando se sienten enfermos, y el 70% no lo hace porque no tienen dinero para pagarlo. En todo caso, esperan hasta que la enfermedad se agrave y puedan ser atendidos gratuitamente en urgencias.

Es otra de las consecuencias de la barbarie capitalista, que ha convertido la sanidad rumana, como el resto de los servicios públicos y los derechos humanos, en un negocio para unos pocos y en una catástrofe para la mayoría.

En Rumania, sin embargo, la teoría dice que la sanidad es gratuita si se trabaja, aunque más allá de lo bonito que queda sobre el papel, en realidad los rumanos tienen que pagar tres veces por su sanidad. En primer lugar, con los impuestos que les quitan por su trabajo que, no obstante, no le sirven de mucho puesto que, aunque esto debería bastar, lo cierto es que en gran parte de las ocasiones no es suficiente. Como decimos, los rumanos tienen que pagar una segunda vez tanto a través del nuevo COPAGO aprobado por el gobierno socialdemócrata recientemente como por el desprecio de las autoridades políticas hacia los ciudadanos, ya que la asignación presupuestaria de la sanidad pública no llega en la mayoría de las veces para cubrir los gastos. Es decir, que en gran parte de las ocasiones, el enfermo rumano, después de pagar con su trabajo su seguro sanitario publico, tiene que desembolsar el coste de las vendas, las agujas, las mascarillas y la anestesia tras su operación o cura, con el argumento de que los hospitales o centros sanitarios se han quedado sin dinero.

La cosa no se queda ahí. La corrupción generalizada del sistema médico rumano hace que los trabajadores , que recordemos ganan de media unos 300 euros netos al mes, aunque otra gran parte no llega a los 190, han de pagar en negro un salario extra a los médicos, enfermeros, asistentes e incluso conserjes del hospital, si quieren ser operados, y todo ello, por supuesto, con el conocimiento de los directores de hospital y, cómo no, de los ministros de sanidad de turno, que estamos convencidos (porque no puede ser de otra manera) también se llevan una parte de la tajada a su bolsillo, conformando un entramado mafioso típico de las dictaduras del capital, donde la teoria de la puerta giratoria, que explica la simbiosis entre la clase política y la mafia empresarial, es omnipresente.

En definitiva, de los en torno a  20 millones de rumanos que forman la población actual del país,  14 millones no se permiten acudir a la "sanidad gratuita" porque el dinero no les llega. Y todo ello, por supuesto, con la interesada desgana de las autoridades políticas y el contante frotarse las manos de sus cómplices de las grandes empresas sanitarias. En realidad, el capitalismo, además de pobreza, sometimiento e infelicidad, ha traído a los trabajadores rumanos la obligación de aguantar la enfermedad hasta que su gravedad se hace insufrible.

Después, imaginamos, pensarán aquello que nos enseñan en las escuelas para resignarnos a vivir en "este valle de lágrimas": que sea lo que dios quiera. Mientras tanto, unos cuantos grandes delincuentes económicos, que solamente creen en un dios, el dinero,  siguen viviendo en el paraíso en la tierra a costa de la riqueza de los que llevan dos décadas condenados al infierno.

sábado, 5 de octubre de 2013

La pobreza en los paises socialistas de Europa antes y después de 1990

No lo decimos nosotros. Se trata de cifras del Banco Mundial, institución nada de sospechosa de ser partidaria de que los trabajadores tomen el poder. Como se puede comprobar en la siguiente tabla de datos sobre la pobreza (porcentaje de la población y número total de pobres en 1987-88 y 1993-95) en los paises socialistas del este europeo, antes y después de la reinstauración capitalista de principios de los noventa, la conclusión es bastante clara.

La imposición de la autodenominada "democracia capitalista" (sin eufemismos, dictadura del capital) y la destrucción de los sistemas socialistas, provocó un aumento brutal de la pobreza en los paises que lo sufrieron.

En el caso de Rumania, por ejemplo, el porcentaje de pobres (según el B.M.) era de un 6%, es decir, de 1,3 millones de personas, mientras que en 1993-95 el porcentaje se elevo radicalmente hasta un 59% (13,5 millones de personas de 22 millones de habitantes).

En República Moldova o Ucrania, que además de sufrir la reinstauración del capitalismo dejaron de ser parte de la Unión Soviética, el desastre (que podriamos llamar sin temor a equivocarnos genocidio) fue todavia peor: en la primera, de un 4% se pasó en unos años de terapia neoliberal al 66% (es decir de 200.000 a tres millones de personas), mientras en la segunda, la multiplicación de pobres por obra y gracia del capitalismo fue del 2 al 63%, es decir, de un millón de personas a cerca de treinta y tres millones.

Parece que según los datos del propio Banco Mundial, institución capitalista donde las haya, es bastante evidente que la llegada del supuesto "paraiso" capitalista no fue, muy al contrario, más que un verdadero infierno para los trabajadores rumanos (y lo peor de todo es que, dos décadas después de aquel desastre, sus consecuencias siguen agravándose).



La tabla ha sido tomada de Cincuenta y tres días
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