lunes, 17 de septiembre de 2012

El FMI sigue imponiendo privatizaciones en Rumanía

El Fondo Monetario Internacional, ese supuesto banco de ayuda a los estados con problemas, sigue imponiendo veintidos después privatizaciones y obediencia política en Rumanía. A pesar de haberse destruido, gracias a las recetas neoliberales capitalistas, 4 millones de puestos de trabajo (de mas de 8 millones existentes en 1989), y de la destrucción del 90% del tejido productivo (hoy la rica agricultura e industria socialista de Rumanía es una gran ruina para el recuerdo), el FMI nunca parece sacierse.

OLTCHIM: uno de los escasos restos de la rica industria socialista rumana
Realmente, y como sabemos, el FMI y los organismos internacionales del estilo, tienen una función clara en el entramado mafioso-criminal que es, en esencia, el capitalismo, y por eso no es nada sorprendente que su trabajo sea, precisamente, el de humillar y convertir en colonias de los que controlan la institución, las grandes multinacionales, a los paises "ayudados". Lo asombroso es, precisamente, que todavia existan paises como Rumanía (o España, que va a recibir una "ayudita" envenenada en breve con la excusa de la crisis económica que, curiosamente, crearon las mismas grandes corporaciones que manejan los hilos de esas instituciones).

La estrategia es clara, y va mas allá de hacer negocio enmascarado como ayuda internacional como hace cualquier banco, es decir, prestando dinero a paises con supuestos problemas a cambio de un interes x (generalmente abusivo, aunque nos vengan con el cuento de que las condiciones son excepcionales). La realidad es que las exigencias importantes son mas profundas, concretadas en obligaciones politicas indispensables para que tanto las organizaciones internacionales economicas (FMI, Banco Mundial) o políticas (UE, ONU, etc..) te concedan su "ayuda" en forma de préstamo. Es como si para comprar una casa el banco te obligará, a cambio del dinero, y además de devolverlo con intereses, a dejar a tu mujer o a cambiar de religión. En ese caso todos lo entenderiamos como una humillación... ¿Por qué no se entiende así cuando la exigencia es a todo un pueblo?

Como he dicho mas arriba, en Rumanía esto viene sucediendo desde el golpe de estado de diciembre de 1989, momento en el cual se inicio un proceso de destrucción organizada de la riqueza nacional  con la clara finalidad de convertir al pais en una colonia arrodillada ante la oferta de productos de las grandes multinacionales capitalistas. El proceso hizo que, dos decadas despues, la mitad de los puestos de trabajo existentes en 1990 hayan desparecido, que la mayoria de la entonces abundantes industria y agricultura nacional fuera vendida y privatizada con la intención evidente de cerrar las fábricas, abandonar los campos y vender, como afirmó el propio primer presidente del gobierno de la Rumania capitalista, Petre Roman,el tejido productivo "al peso como hierro viejo",

Pero el FMI y el resto de armas del capitalismo multinacional nunca se sacia, y a pesar de la situación de pobreza y miseria que han provocado en Rumania las politicas capitalistas, a pesar de los mas de tres millones de rumanos obligados a huir del pais para poder sobrevivir trabajando, y aunque el objetivo de convertir a Rumania en una colonia de las potencias economicas se cumplió con creces, 22 años despues sigue exigiendo sumisión, humillación, y resignación a los rumanos a cambio de préstamos que, despues, tendrán que devolver multiplicados.

El Combinado petroquímico Oltchim fue, desde su creación por el gobierno socialista en 1966, una de las empresas punteras de la economía rumana. Hasta 1989 era una de las muchos complejos industriales o agrícolas que exportaban productos de todo tipo a todo el mundo (en especial a los conocidos como Paises No Alineados). Despues del desastre impuesto por el FMI y el resto de organismos economicos capitalistas, hoy Oltchim es una de los pocos vestigios en activo de aquellos tiempos en que Rumania era un pais eminentemente industrial, con una riqueza productiva que la convirtio, poco antes de 1989, en un pais practiacamente autosuficiente, sin dependencia de las importaciones.

Oltchim comercializa policloruro de vinilo (PVC), sosa caústica, propenoxido, propilenglicol, y otros muchos productos petroquímicos, que siguen exportándose actualmente a mas de 80 paises. En 1997 el estado rumano, sometido a las exigencias del FMI y de la "terapia de choque neoliberal", sacó un paquete de acciones minoritario a bolsa, y actualmente es de propiedad estatal el 54.8% del combinado, siendo una de las pocas grandes empresas productivas de Rumania que han logrado quedar en pie.

Sin embargo, el FMI sigue apretando las tuercas a los rumanos, y en las negociaciones llevadas a cabo recientemente para que se ejecute un nuevo prestamo economico, no solo se han discutido, como hemos dicho, los intereses a los que tendrán que devolverlo los trabajadores rumanos, sino las nuevas concesiones que tendrá que hacer el gobierno para "liberalizar" el  mercado. Una de estas es, como si quedará mucho por destruir de lo que fue la rica potencia industrial y agricola Republica Socialista de Rumania, la privatización total de Oltchim.

Las razones esta vez no pueden ser, como en las anteriores, la falta de productividad y competitividad de las industrias rumanas (excusa que se dió en los años 90 para cerrar las fabricas definitivamente y vender sus estructuras como "hierro viejo), pues hoy Oltchim es una de las empresas públicas que mas beneficio dan al estado. El único argumento creible en esta ocasión, pues ya no se pueden inventar nada nuevo, es que el FMI así lo exige para seguir rematando la destrucción de la industria de rumana y profundizar aun mas, si cabe, en la transformación de Rumania en una colonia sometida a los intereses de las grandes multinacionales  .
Ruinas de la industria rumana
(un paisaje habitual tras 20 años de tirania capitalista)
Como es normal, los trabajadores de Oltchim han salido a la calle ante lo que preven el futuro cierre definitivo de la empresa, pues, echando mano al historial de privatizaciones sufridas por los rumanos, todos se temen de que se trate de una nueva estrategia para desmantelar el combinado y, de paso, dejar a mas de 7000 trabajadores en la calle.

Las reuniones de los representantes del FMI con las autoridades rumanas para "negociar" las condiciones del nuevo tramo del préstamo han terminado con cuatro imposiciones por parte del organismo internacional al gobierno: la primera, como hemos hablado, la privatización total de Oltchim; en segundo lugar, la subida del precio del gas hasta un 10%, reduciendo las subvenciones públicas a los ciudadanos, que, como sabemos, y también lo sabe el FMI, ganan como salario medio apenas 350 euros netos al mes; la tercera condición es el inicio del proceso de privatización de otra empresa pública igualmente eficiente y productiva: Transgaz (la empresa que gestiona la extracción y distribución del gas metan, del que Rumania tiene grandes reservas); y, por último, el pago de las deudas de los municipios y de la sanidad y la disciplina estricta del gasto público.

Al FMI, como sucedio tambien en 1990, le importa bastante poco que los rumanos tengan el menor poder de consumo de toda la Union Europea (relación salario/precios), que se hayan reducido un 25% los salarios de los funcionarios, o que se continue la progresiva reducción del  gasto público educativo, sanitario o cultural desde hace dos décadas. Este organismo internacional, como otros similares (Banco Mundial, U.E., etc...) no quieren para nada ayudar a los griegos, a los rumanos, o a los españoles con sus rescates y prestamos, sino aprovechar los problemas de los pueblos para, ademas de hacer negocio con el dinero prestado, imponer las necesarias condiciones politicas para transformar a los paises "ayudados" en un paraiso para las grandes corporaciones económicas, aunque sea a pesar de convertirlos en un infierno para sus trabajadores.

1 comentario:

Bibliotecaru dijo...

Şi este numai începutul...

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