martes, 9 de agosto de 2011

Yulia Timoshenko detenida: una excepcion que debería ser la regla

La ex primera ministra ucraniana Yulia Timoshenko fue detenida la semana pasada por orden de un tribunal de Kiev por el delito de abuso de poder. La que ahora esta entre rejas fue una de las lideres de la famosa "Revolucion Naranja", una de esas maniobras orquestadas desde las despachos de las potencias militares y economicas para derribar los gobiernos discolos y que no se arrodillan ante los intereses de las multinacionales, y que se han puesto tan de moda hoy.

La Revolución naranja fue, en definitiva, una campaña de protestas, huelgas, mítines y otras acciones políticas que tuvieron lugar en toda Ucrania como protesta por el resultado de las elecciones presidenciales de 2004, que perdieron los partidos prooccidentales (es decir, los que querian convertir el pais en una colonia de occidente) y que, con su gran talente democratico, y al no poder ganar en las urnas, lo intentaron a las malas. La victoria de Viktor Yanukovich no fue aceptada por los partidarios de Washington y provocaron que se repitiese el proceso electoral, hasta que a la tercera, va la vencida.

El 26 de diciembre de 2004 se efectúan las elecciones por tercera vez y el candidato de occidente, Víktor Yushchenko, gana por 51,99% votos contra 44,20%. La presidencia de Yushchenko se inauguró en enero de 2005 y este designo a Yuliya Tymoshenko como Primera Ministra.

Desde aquel triunfo de la Revolucion Naranja, las revoluciones de colores, dirigidas por Washington y Bruselas y orientadas a destruir los restos de la soberania nacional de determinados paises que se oponian a la imposicion de los intereses multinacionales a los locales, se pusieron de moda, y todas ellas, curiosamente, defendian lo mismo: la imposicion de un modelo economico neoliberal que beneficiara a los mas ricos y a las grandes empresas.

Yulia Timoshenko, como su aliado Víktor Yushchenko, es el tipico esponente del nuevo multimillonario salido del derrumbe del Socialismo en los paises del este europeo. O lo que es lo mismo, del saqueo de la riqueza colectiva que llevo al empobrecimiento generalizado de los trabajadores y al enriquecimiento de los que son hoy la elite politica y economicia de Ucrania, Rusia, u otros paises que ahora estan, como se hbia diseñado tambien para Ucrania, dentro de la Union Europea, como Rumania.

Timoshenko esta acusada de obligar ilegalmente a la empresa energética pública Naftogaz a firmar un contrato de suministro de gas con Rusia en 2009, que tuvo pingues beneficios para su bolsillo privado. El acuerdo con Gazprom era, por supuesto, desfavorable para Ucrania, es decir, para la mayoria de los ucranianos, pero a eso Timoshenko le importaba un bledo.
La ex primera ministra también ha sido acusada de malversar 425 millones de dólares que su Gobierno recibió en 2009 al vender derechos de emisión de gases de efecto invernadero en aplicación del Protocolo de Kioto.

Si es declarada culpable, podría ser condenada a un máximo de diez años de prisión.

El caso de Timoshenko es excepcional. Por fin se juzga a uno de los politicos millonarios que saquearon o ayudaron a hacerlo a cambio de grandes beneficios la riqueza nacional de los antiguos paises socialistas, sin importarle lo mas minimo el empobrecimiento de supueblo. Una excepcion que deberia ser la regla.

¿Como se puede explicar que la riqueza de los paises socialistas, la gran industria nacional y sus inversiones en los paises en crecimiento, fuera destruyendose o desapareciendo a la vez que iban surgiendo casos de nuevos multimillonarios que  aparecian como hongos, sin explicar de donde habian sacado el dinero? Ellos, por supuesto, se inventan justificaciones de lo mas rimbombantes, y los medios de propaganda ideologica del sistema impuesto hacen como que no existio el proceso de transición en el cual se produjeron los tremendos, y muy beneficiosos cambios, en la estructura economica de estos paises.

La justicia, que como en todos los paises capitalistas esta organizada para defender la estructura social y economica del nuevo sistema, no se preocupa de juzgar lo que sucedio aquellos años, porque precisamente su nueva funcion es la conservacion de sus consecuencias y la defensa de la propiedad privada acumulada por esos milagrosos nuevos multimillonarios que, sin comerlo ni beberlo (eso es lo que hacen creer) tenian los bolsillos y las cuentas bancarias a tope de dolares (y luego de euros).

Por supuesto que, al contrario de lo sucede con la excepcion actual de Timoshenko (que ya veremos si al final acaba en la carcel por sus delitos o se gana una amnistia en cualquier repentino decreto), ni los medios de propaganda ni los jueces ni los partidos politicos llaman por su nombre a todos los que fueron acumulando y aumentando riqueza y privilegios a costa de la destruccion y saqueo de la riqueza colectiva de los trabajadores.

Si consideramos solamente el dinero que han robado a sus conciudadanos la palabra que los define seria la de "ladrones", aunque se queda bastante corta si tambien tenemos en cuenta el genocidio social que han provocado (hambre, pobreza, miseria, emigracion, descenso demografico, desempleo, etc...) tras la instauración del capitalismo y la salvaje destrucción y saqueo de la riqueza nacional y la riqueza, economica y social, de los antiguos estados Socialistas.

Sin embargo, bajo los regímenes capitalistas la corrupcion y los delitos economicos son consustanciales al sistema, por lo que ni se persigue a los ladrones ni a los genocidas. Salvo excepciones, como la de Timoshenko. Solo el final del capitalismo y la instauracion de un sistema justo, donde no haya explotadores ni explotados, puede hacer que el que los grandes delincuentes economicos y sociales esten en las carceles no sea una excepcion, sino la regla.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy buena entrada, José. Voy a reproducirla en mi blog.

Hay que ver si esto que sucede con Timoshenko, no más es otra maniobra para desprestigiar a una de las facciones del sistema (el presidente Yanukovich es una de ellas, no nos olvidemos), por parte de otra, o sea, que en este caso haya habido alguna señal habilitante para que "se haga justicia". O, en el peor de los casos, para que no se haga nada, y sólo se manche lo suficiente a Timoshenko y a su banda de ladrones de la Revolución Naranja.

En cualquier caso, no tenemos que olvidarnos de la verdadera realidad de estos delitos económicos y sociales, de estos crímenes contra el pueblo, que son los que cuentan, por más que algunos los pretendan presentar como otros "casos de corrupción" más.

Saludos socialistas.

Corvus dijo...

Como me gustaría que esto empezara ha hacerse acá,y hacerles devolver lo robado.

JA dijo...

Saludos te remito una noticia de l´Humanité en español

Ucrania : el “culebrón” judicial Timochenko

http://www.humanite-en-espanol.com/spip.php?article1010

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